Óscar Collado, que fue gerente de la Empresa Funeraria de Palma entre 1987 y 2007, falleció este lunes a los 75 años. Nacido en Palma, su padre era asturiano y su madre catalana.
La historia le recordará por el ‘caso Funeraria', uno de los episodios de corrupción que llenó páginas y páginas de periódicos a partir de 2009. Sin embargo, Óscar Collado contribuyó a mejorar el cementerio de Palma y a modernizar los servicios funerarios durante los mandatos del alcalde Joan Fageda, con los concejales Joan Bauzá y Pep Carles Tous.
A principios del año 2000, Cort proyectó una profunda transformación y renovación del cementerio de Palma. Las deficiencias eran por entonces mayúsculas. La culminación del proyecto sería el edificio de Son Valentí, con tanatorios, columbarios, jardines exteriores, capilla, etc, que convirtieron el cementerio en el más moderno de España.
Collado fue un buen gestor, entregado a su trabajo. Y así fue hasta que su ritmo de vida superó a los ingresos. En 2009, el grupo municipal socialista denunció desfases en las cuentas de la Funeraria. Sería su perdición. La investigación judicial descubrió graves irregularidades contables. Llegó a un acuerdo con la Fiscalía, aceptó los delitos y fue condenado a tres años de cárcel.