Alba tiene parálisis cerebral y a sus catorce años y más de 50 kilos de peso su madre, Teresa Torres, tiene que cargarla a pulso para entrar y salir de su casa. Todo porque hace ocho años que espera el permiso de Cort para instalar una rampa en la entrada que permita no tener que subir y bajar los seis escalones que separan la vivienda del numero 25 de la calle Miquel Forteza i Pinya, en el Coll d'en Rebassa.
Finalmente, este miércoles la Junta de Gobierno de Cort aprobó inicialmente el proyecto, pero la madre de Alba lamenta que «a nosotros nadie nos ha llamado ni nos ha dicho cuándo puedo empezar la obra y los días van pasando».
Teresa muestra su decepción con el equipo de gobierno y en concreto con el alcalde José Hila, «que hace años, cuando estaba en campaña, vino a mi casa y me prometió que iba a poder tener la rampa pronto y hoy por hoy ni me contesta a los mensajes que le envío». Añade que «siempre me he fiado de su palabra, pero se han ido pasando la pelota unos a otros».
Recuerda que «empecé a reclamar este permiso mientras mi hija era muy pequeña y no esperaba que pasaran tantos años». Explica, además, que la casa está retranqueada diez metros y que por el espacio que va ocupar la rampa no pasa nadie, «solo yo y mi vecina para entrar en casa».
Ciudadanos Palma visitó a Teresa y a su hija hace unos días y le comentaron que quizá podría construirse la rampa a principios del año que viene, «pero cuando me lo dijeron se me cayó la moral al suelo, para mí un mes es como si fuera un año porque yo ya no puedo con mi hija y mi salud se está resintiendo», afirma la madre.
Cs pedirá al pleno que el Ajuntament se comprometa a financiar la obra o a ayudar a buscar financiación.