Cada año se diagnostican en España alrededor de 120.000 nuevos casos de ictus y es la segunda enfermedad que más vidas se lleva por delante, la primera en mujeres. Con motivo del Día Mundial del Ictus, este jueves, los especialista lanzan una campaña destacando sobre todo el factor tiempo para prevenir el riesgo que supone y evitar, así, posibles secuelas en el paciente. Sin embargo, la nueva situación provocada por el coronavirus ha hecho saltar las alarmas en casi todas las áreas especializadas. En Baleares, la pandemia provocó una reducción de las notificaciones por ictus en más de un 50 % en los primeros meses de confinamiento. Es un dato que constata el doctor y especialista Salvador Miralbés. Entre las causas barajadas de esta disminución de la activación del Código Ictus, destaca que «el confinamiento ha hecho que tengamos mucho menos estrés, menor tensión arterial y un mejor estilo de vida».
Los hospitales Son Espases, Quirónsalud Palmaplanas y Clínica Rotger son los únicos que cuentan con un Código Ictus de actuación las 24 horas, los 365 días del año. Se trata de un procedimiento o protocolo que se activa tras detectarse un signo propio de un ictus y que forma parte de una estrategia sanitaria para reducir la mortalidad, y evitar secuelas, de esta enfermedad. Ante todo, el doctor Salvador Miralbés apunta a que cada vez «los diagnósticos son más rápidos y con mejores resultados».
Los avances en los tratamientos y una mayor investigación en los últimos diez años han conseguido aumentar significativamente la calidad de vida del paciente que sufre un ictus.
Uno de esos tratamientos que pone sobre la mesa Miralbés es la trombectomía mecánica, una técnica en la que se aspira el coágulo o trombo que obstruye la arteria del cerebro. Cada año, alrededor de 170 personas en Balears son tratadas con esta técnica en los tres centros hospitalarios con Unidad de Ictus. «Es en este campo neurológico donde más avances se han hecho en los últimos años, y desde que se realiza la trombectomía, hemos visto que muchos pacientes se recuperan sin secuelas», asegura Miralbés, en concreto cerca de un 70 %.
Aunque el ictus es una enfermedad que se representa, en un mayor porcentaje, entre las personas mayores de 60 años, uno de cada cuatro jóvenes de 25 años sufrirán un ictus a lo largo de su vida. El doctor recuerda que controlar los factores de riesgo, como el azúcar, el colesterol o la tensión arterial, pueden ayudar a reducir el número de casos de esta enfermedad.
Llamar al 061, la vía más rápida para prevenir el ictus
Actuar a tiempo ante un posible caso de ictus es un factor fundamental no solo para salvar la vida de la persona, sino para evitar secuelas tras sufrir la enfermedad. Llamar al 061 es la vía más diligente para acudir rápido al centro en cuanto aparezca un posible síntoma.
Un proyecto europeo hacia la atención integrada del ictus
El Instituto de Investigación Sanitaria de Balears (Idisba) es uno de los diez socios que ha desarrollado ICTUSnet, un proyecto europeo que pretende crear una red de colaboración entre diferentes regiones para mejorar la atención integral del ictus con el apoyo de las nuevas tecnologías. El objetivo es reducir el impacto que tiene esta enfermedad en la población.
La coordinadora autonómica de la estrategia ictus, la doctora Carmen Jiménez Martínez, del Hospital Son Espases, señala que cuando hablamos de ictus, «hablamos de una enfermedad con un proceso muy amplio que empieza antes de la prevención y cuenta con fase hospitalaria y de rehabilitación». Con todo, diversas regiones del suroeste de Europa trabajan en distintos grupos de tareas para dar forma a una estructura de plataforma para registros de pacientes ictus –anónimos–. En la página web ICTUSnet se podrán ver las conclusiones del estudio a partir de agosto de 2021.
Piezas neurológicas.