Salut aplicará nuevas restricciones en Mallorca con la finalidad de frenar los contagios de COVID-19. En concreto, las reuniones familiares y sociales se reducen a seis personas, salvo que sean convivientes. Los aforos de celebraciones se reducen a 25 personas en interiores y 50 en exteriores. En los lugares de culto se reducen la actividad al 30 % y se recomienda no cantar.
Además, en el ámbito laboral se recomienda no hacer celebraciones. Quedan prohibido el uso de las barras en el bar y el número máximo de personas por mesa será de seis. En los centros comerciales el aforo se reduce el aforo al 50 % y se prohíbe la venta de alcohol a partir de las 22 horas. En los establecimientos deportivos se reduce el aforo máximo al 30 % y las actividades grupales dirigidas en dichos espacios cerrados no podrán superar las 15 personas.
La consellera de Salut, Patricia Gómez, y la asesora técnica para el desconfinamiento, Margalida Frontera, lo han anunciado en rueda de prensa. Estas medidas se publicarán en el BOIB el próximo sábado, día en el que entrarán en vigor, salvo las bodas que no lo harán hasta el 1 de noviembre.
Gómez ha agradecido a la ciudadanía el esfuerzo que realizan para que Baleares esté entre las tres comunidades con mejores datos de España. Mallorca e Ibiza son las islas con una mayor incidencia acumulada. «Todo lo que estamos haciendo es eficiente», ha manifestado.
No obstante, ha advertido de que la pandemia se está acelerando y las Islas no son ajenas a lo que está pasando en el resto del mundo. Por ello, aunque las nuevas medidas tienen una duración de 15 días, se irán prorrogando durante unos meses, ya que el tiempo convivirá con nosotros.
Gómez ha advertido que el frío favorece los contagios, entre otras, cosas porque los ciudadanos permanecen más tiempo en espacios cerrados. En este punto, ha pedido la complicidad de los ciudadanos para poder llevarlas a cabo. Además, ha señalado que si es necesario habrá más medidas.
La consellera ha precisado que en Mallorca la evolución manifiestamente positiva hasta el día 9 de octubre se ha visto revertida en los últimos 10 días, durante los cuales la incidencia ha ido aumentando discretamente de forma constante, hasta lograr en este periodo un incremento del 19 % en la incidencia acumulada 14, llegando a los 147 casos por 100.000 habitantes, y se observa, además, una elevada dispersión geográfica de los focos de contagios.
«Estos datos, junto con la evolución que han mostrado durante los últimos quince días, y la situación epidemiológica de elevado riesgo que se observa tanto en el resto del Estado español como del continente europeo evidencian la necesidad de establecer medidas restrictivas que contribuyan a disminuir la tasa de transmisión de la COVID-19 en estos territorios en una situación de riesgo hasta niveles que puedan considerarse sanitariamente seguros, para intentar evitar una situación de rebrote que pueda llegar colapsar los sistemas sanitarios», ha argumentado.
Las restricciones se relajan en Formentera
Por su parte, en Formentera se relajan algunas de las restricciones debido a su buena situación epidemiológica. En Menorca continúan sin cambios. No obstante, Gómez ha pedido la máxima responsabilidad en el uso de espacios públicos y, sobre todo, en evitar aglomeraciones porque están empeorando también los datos de Menorca. En Ibiza se aplican las restricciones en vigor y se aplican las mismas restricciones que en Mallorca.
Respecto a los controles en puertos y aeropuertos, la consellera ha señalado que siguen reivindicando al Gobierno participar en los mismos. En este sentido, ha señalado que ahora mismo podrían encargarse de realizarlos.
En relación a la falta de médicos, ha recordado las medidas que se están adoptando y ha asegurado que han «aumentando muchos las plantillas y así lo seguirán haciendo».
Preguntada por la presidenta del Govern, la consellera no ha querido realizar declaraciones y se ha remitido al comunicado emitido por Presidencia. Sí ha asegurado que se recomienda estar al aire libre, incluso paseando por la calle. No obstante, ha recordado que se recomienda evitar las aglomeraciones de personas. Ante la insistencia de los periodistas, se ha negado a valorar la actuación Francina Armengol; un acta policial la sitúa en un bar de copas, que debería estar cerrado.
Sí ha insistido en que el ocio nocturno está cerrado y ha recriminado que el pasado fin de semana fue necesario cerrar una discoteca.