La Federación balear de Espeleología no aprueba la gestión que está desarrollando la Conselleria de Medi Ambient en torno a las aprobaciones y contestaciones de las solicitudes para ir a explorar las cavidades naturales de Mallorca. Tildan de «abandonadas» las cuevas y lamentan que la falta de respuesta esté provocando, cada vez más, expediciones clandestinas.
El presidente de la entidad, Guillem Mulet, habla en concreto de un documento que lleva un año en tramitación en la Direcció General d'Espais Naturals i Biodiversitat. Se trata de un permiso anual de visita a un listado de cavidades de la Serra de Tramuntana, como la sima de Ses Petgelides, la sima de Llorer, Navarro, la cueva de Sa Campana o el agujero de Amic, entre otras. «Llevamos con esta clase de líos estas últimas dos legislaturas, que conciernen sobre todo a las 30 grutas de Balears de especial conservación (designadas como Lugares de Importancia Comunitaria, que forman parte, a su vez, de los espacios protegidos de la Red Natural 2000).
Traspapeleo
Guillem Mulet asegura que lleva tiempo insistiendo a la institución que se tramite la autorización. «Lo único que nos han dicho ha sido que se habían trastocado los documentos». Algo que, desde la Conselleria de Medi Ambient afirman: «Es cierto que en el caso de esta solicitud, en concreto se traspapelaron en un momento complicado para la administración, como fue el estado de alarma. Pero en general, cumplimos con los plazos», apuntan fuentes internas.
La Federación ya asumió hace unos años el plan de gestión de cuevas. Sin embargo, Guillem Mulet recuerda que con el cambio de Govern «se anuló toda clase de cooperación con la Conselleria en cuanto a estos controles», algo que, añade, dificulta «conocer a fondo estas grutas y su estado de contaminación, investigarlas» e incluso conservarlas. «Como Federación, no nos queda más remedio que pedir un permiso legal, pero no responder a las autorizaciones hace que la espeleología se convierta en una actividad clandestina». Desde Medi Ambient defienden que ya se ha dado respuesta a la Federación sobre el permiso anual, indicando que «tramitaríamos su solicitud en el menor tiempo posible». Además, excusan el tiempo del trámite con que «se gestionan, de manera directa, treinta cuevas protegidas, pero hay que tener en cuenta que también entran aquellos espacios naturales protegidos que establecen unas medidas concretas sobre su uso público y la autorización».
Expediciones
Guillem Mulet considera que una cueva «es el último sitio del mundo donde puedes encontrar terreno sin explorar». De aquí sostiene la importancia de mantener activa esta actividad para investigar y proteger este patrimonio. En su caso, enfoca más su trabajo personal en las exploraciones subacuáticas. En Mallorca, hay más de 7.000 grutas, de las que destaca la gran cavidad de Vallgornera, Sa Gleda o, más recientemente, sa Campana (Escorca) que custodia el lago más profundo de Mallorca, hallado por el espeleólogo Rafael Minguillón en 2016. En este concreto paraje, Mulet explica que el propósito de la Federación, para el año que viene, es conseguir hacer una expedición para llegar a este extenso lago. «Debajo de nosotros está toda la historia de Mallorca», señala. Y cada vez esta actividad se está poniendo de moda y, por tanto, es fundamental el continuo mantenimiento para que no se contaminen». La Federación, que cuenta con cerca de 500 afiliados, sigue a la espera de obtener noticias de la institución.
La Federación denunció al Govern la falta de conservación de las cuevas ZEC
La Federación balear de Espeleología presentó el pasado febrero una denuncia a la Conselleria de Medi Ambient por la «mala gestión» de las cuevas declaradas Zonas Especiales de Conservación (ZEC). El organismo detalla la «no implantación» por parte del Govern en el Pla de Gestió de Coves, aprobado en 2014, que prevé medidas para garantizar esta conservación.