La Mesa del Parlament ha rechazado este miércoles ordenar la retirada del lazo amarillo colgado en las dependencias de Més en el edificio, como pedían PP, Cs y Vox.
Así lo ha anunciado el portavoz adjunto del PP, Antoni Costa, en declaraciones a los medios tras la Junta de Portavoces del Parlament. Costa ha acusado al presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, de ejercer como «conseller parlamentario del Govern de Francina Armengol», y le ha exigido «que mantenga la neutralidad de la institución».
Por su parte, la portavoz adjunta de Cs, Patricia Guasp, ha lamentado la decisión de la Mesa porque en la formación naranja entienden que este tipo de actos «secuestran la neutralidad ideológica de las instituciones» y sólo buscan «dividir».
Cs ha criticado que «el PSIB se sume a sus socios» y ha solicitado el «informe legal verbal» de los servicios jurídicos que según les han comunicado ha amparado la decisión.
La portavoz del PI Lina Pons, ha matizado que en la Junta se ha trasladado a los grupos que se deberá trabajar en «articular un mecanismo» para que el Parlament pueda decidir qué se hace en estos casos en el futuro. En lo que respecta a su partido, ha declarado que si quisieran «colgar cualquier cosa» pedirían «permiso».
El portavoz de Més per Mallorca, Miquel Ensenyat, ha defendido que el lazo pueda permanecer colgado puesto que es un despacho de los diputados y por lo tanto «totalmente diferente a la fachada principal». Los ecosoberanistas entienden que están amparados por el derecho a la libertad de expresión. Además, Ensenyat ha comentado que un reglamento que regule estas cuestiones «recuerda demasiado a la ley de símbolos» del Govern de José Ramón Bauzá.
Desde Unidas Podemos se han limitado a señalar que respetarán el acuerdo que alcance la Mesa y el trabajo de los servicios jurídicos, y respecto al PSIB han defendido la objetividad del presidente del Parlament, Vicenç Thomàs. La socialista Sílvia Cano ha añadido, además, que se pretende analizar cómo tratan estas cuestiones otros parlamentos.