Sobrecarga de trabajo y falta de personal. Es la denuncia que hizo pública ayer el sindicato de enfermería SATSE en Balears, después del aumento de casos de coronavirus en la comunidad. «En Son Espases una sola enfermera ha tenido a su cargo a nueve pacientes positivos de COVID-19, mientras que en Son Llàtzer la ratio es de una por cada siete», indicó el sindicato en un comunicado.
Desde SATSE recordaron que en los peores momentos de la pandemia, en marzo y abril, la ratio en Son Espases y Son Llàtzer fue de una enfermera por cada seis pacientes positivos, inferior a la actual. «Los datos de ahora son alarmantes y la situación está provocando que los equipos de trabajo estén agotados física y mentalmente», criticaron.
Según el sindicato, el colapso del colectivo no se ciñe solo a los hospitales, sino que en Atención Primaria la situación «también es caótica». SATSE aseguró que las enfermeras «no dan abasto» ya que entre sus funciones figura la detección de positivos, pruebas PCR, seguimiento telefónico y atención domiciliaria, entre otras. Detallaron que en Eivissa hay pacientes que tienen que esperar hasta 10 días para que les atiendan ya que las UVACS «están saturadas y las bajas no se cubren».
El secretario general de SATSE en Baleares, Jorge Tera, aseguró que el verano «está siendo muy duro para las enfermeras y el resto de profesionales sanitarios». En este sentido, detalló que tras la suspensión de los permisos durante el estado de alarma, en estos momentos muchos profesionales están de vacaciones apremiados por la Administración, «que ha presionado a los trabajadores para que disfrutasen de sus días libres durante el verano».
Sin embargo, los rebrotes se han adelantado y «no han reforzado los servicios». Indicó que las bolsas de empleo están agotadas y que ese déficit de plantillas «es la razón por la que están aumentando las cargas de trabajo y no se abren todas las camas disponibles».