El agotamiento del stock de remdisivir en España se debe a que existe un solo productor en el planeta de este medicamento que se emplea para el coronavirus, afirmó este lunes la directora general adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mariangela Simao.
Esto ocurre «cuando hay un solo productor para un medicamento, lo que puede poner en riesgo la producción a nivel global», explicó la experta en una rueda de prensa.
El remdisivir es uno de los múltiples fármacos que se han probado para el tratamiento de la COVID-19 y que ha mostrado ser efectivo a la hora de reducir la duración de las hospitalizaciones en casos de infección severa.
Sin embargo, los científicos no han encontrado que tenga efectos en reducir la mortalidad.
Estados Unidos llegó el pasado junio a un acuerdo con el fabricante Gilead Science para comprar prácticamente la totalidad de su capacidad de producción de este antiviral (más de medio millón de tratamientos) hasta finales de septiembre.
El pasado viernes, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) indicó que las existencias del remdesivir se agotarían en cuestión de horas y que planeaba movilizar los sobrantes de ensayos clínicos hasta la llegada de un nuevo envío esta semana.
Simao recordó que Gilead Science llegó a acuerdos con fabricantes de genéricos para que estos pudiesen manufacturar el remdisivir con su aprobación, pero indicó que esto «todavía no ha llevado a una producción masiva» del fármaco en otras partes del mundo.
Esos acuerdos fueron suscritos con empresas de genéricos de Egipto, la India y Pakistán y el objetivo declarado por Gilead Science era que pudiesen producir remdisivir para su distribución en 127 países en desarrollo.
«Por situaciones como esta, la OMS está trabajando para que cuando exista una tecnología haya una capacidad de producción suficiente para atender la demanda del mercado», destacó.
La OMS ha creado una plataforma denominada Act-Accelerator destinada a acelerar la investigación, el desarrollo y la producción de medicamentos, vacunas, test y otras tecnologías para la lucha contra la COVID-19 con la finalidad de que ello sea distribuido de forma justa entre todos los países, sean ricos, de ingresos medios o pobres.
El objetivo es evitar casos como el del acaparamiento del remdisivir por parte de un solo país.
Ante esta situación, el Ministerio de Sanidad ha urgido a usar remdesivir solo en el grupo de pacientes sobre el que se ha demostrado su eficacia terapéutica mientras trata de conseguir cantidades adicionales de otros países, si bien el fabricante «no asegura tener stock suficiente para cubrir la demanda europea».
Se trata de un medicamento que ha demostrado acortar la duración de los síntomas en un grupo concreto de pacientes, un hecho que tiene una indudable utilidad desde el punto de vista del sistema sanitario pero que -hasta el momento- no ha mostrado ningún efecto sobre la mortalidad los pacientes.
La autorización condicional concedida deberá ser revalidada en diciembre con la presentación de -entre otros- datos adicionales de mortalidad (aspecto éste sobre el que también se ha centrado el ensayo clínico de la OMS en el que participan numerosos centros en España).