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Turismo en Mallorca poscoronavirus

El ocio nocturno balear se ve en la ruina

Concentración de Abone frente al Consolat de Mar. | M. À. Cañellas

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La patronal de ocio nocturno de Baleares Abone y las asociaciones de Restauración de CAEB y PIMEM afirman que las medidas impuestas por el Ministerio de Sanidad para controlar la expansión del coronavirus suponen una «debacle» laboral y económica para la oferta complementaria de las Islas.

El presidente de Abone, Jesús Sánchez, afirmó ayer: «La falta de control que ha imperado hasta la fecha por parte de todas las administraciones nos ha llevado a esta situación, que será la debacle económica para la oferta de ocio y restauración de Balears. El cierre de empresas será masivo y el problema laboral será mayúsculo».

Sánchez puntualizó que únicamente el 6,2 % de los contagios provienen de la oferta de ocio reglada «pero el resto está fuera de control, de ahí la proliferación de actividades clandestinas de todo tipo que se han llevado a cabo en las últimas semanas. Aquí, radica el auténtico peligro, pero no se por qué motivo se ha mirado hacia otro lado y solo vigilado la actuación de la oferta reglada».

Los presidentes de Restauración CAEB y PIMEM, Alfonso Robledo y Eugenia Cusí, respectivamente, incidieron ayer también en esta cuestión. «Intentamos cumplir todo lo que nos piden y luego vemos que el descontrol que impera en la calle nos deja como convidados de piedra. La solución es que se cumpla la normativa y que los jóvenes sepan realmente a qué se enfrentan con su inconsciencia», apuntó Robledo.

La CAEB indica que por muchas normas que se pongan y sin un control policial «no se puede hacer nada, ya que estamos ante un problema social y de educación que exige medidas drásticas para no perjudicar más a la sociedad y, especialmente, a todos los sectores productivos económicos y turísticos».

La presidenta de PIMEM-Restauración afirmó: «El objetivo siempre es el de ayudar a la administración a contener la pandemia, pero se debe demostrar y tener claro que dichas medidas son una ayuda real. En casto contrario se verá como una imposición unilateral. Necesitamos trasladar confianza a las 10.500 empresas de Balears y a sus 55.000 empleados».

Abone y la oferta de restauración coinciden en señalar en que «nunca hemos querido ser una parte del problema y sí una solución a este grave problema sanitario».

Cusí puntualizó que «es vital la unidad de acción entre el sector privado y el público y existe la plena voluntad de trabajar con el Govern para extrapolar las recomendaciones de Sanidad a las Islas».

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