Con la suelta de «Gloria», una tortuga boba (Caretta Caretta) de 52 kilos, Baleares ha alcanzado la cifra de un millar de torturas marinas rescatadas y recuperadas en sus aguas desde que comenzaron a registrarse de forma sistemática este tipo de varamientos en 1993.
Los dos últimos ejemplares han sido liberados esta semana en Calvià, en presencia del conseller de Medio Ambiente y Territorio, en una suelta organizada por Palma Aquarium y Save the Med y con la colaboración de Port Adriano, ha informado el departamento autonómico en un comunicado
«Gloria», la tortuga número 1.000 liberada en Baleares, fue rescatada por Save the Med a principios de julio en aguas del Parque Nacional de Cabrera. La encontraron enmallada y fue trasladada al Centro de Recuperación de Palma Aquarium, entidad que se encarga de la recuperación de estos animales, a petición del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (Cofib).
El Sistema de Observación y Predicción Costero de Baleares (SOCIB) ha colocado un dispositivo electrónico en el caparazón de este ejemplar, lo que permitirá tener datos (en «streaming"), de la posición y profundidad de inmersión de la tortuga, así como de la temperatura del mar. Este trabajo forma parte del proyecto «Libera», de Seo Birdlife, financiado por Ecoembes y la Fundación Reina Sofia.
Personal técnico del Cofib y de Palma Aquarium han aprovechado esta ocasión para formarse en la instalación de estos dispositivos para poder aplicarlos a las tortugas Caretta caretta que ya han nacido o nacerán en el archipiélago.
Por su parte, «Ayram», de 15 kilos, fue rescatada por un equipo de Palma Aquarium después de recibir el aviso de un pescador. La tortuga fue trasladada al Hospital Veterinario Aragón, donde se la trató de la neumonía y obstrucción parcial del aparato digestivo que sufría y posteriormente se trasladó al Centro de Recuperación, donde completó el tratamiento.
El conseller Miquel Mir ha destacado el trabajo hecho por los equipos que han posibilitado la recuperación de estos dos ejemplares de tortuga boba, así como la investigación posterior a través de proyectos como el puesto en marcha por el SOCIB y SEO Birdlife.
Mir ha defendido la importancia de este tipo de actuaciones: «Son imprescindibles no sólo para la conservación de la biodiversidad de nuestro mar, sino para adaptarnos a las nuevas situaciones que ya nos estamos encontrando, como la puesta de huevos de estos animales en las costas de las Illes Balears».
Recientemente se han producido al menos cuatro desoves de tortugas marinas en Baleares. Dos ejemplares de Caretta Caretta pusieron huevos el verano pasado en Platja d'en Bossa y en es Cavallet, en Ibiza. El mes pasado se encontraron 132 huevos en la playa de Punta Prima de Sant Lluís, en Menorca, y el pasado 14 de julio otra puso un centenar de huevos en la playa de Cala Nova, en Ibiza.
En todos los casos las puestas se recogieron para protegerlas, favorecer la incubación y mejorar la viabilidad de los nacimientos.