Acumula más de un millón de fotos relacionadas con la aviación. Javier Rodríguez, nacido en Oviedo hace 54 años pero en Mallorca desde 1985, lleva 35 capturando imágenes de una afición que arrastra desde niño. «Me levanto, como y duermo pensando en los aviones. Para mí es mi vida, el mayor logro de la Humanidad del siglo XX. La globalización existe gracias a los aviones, aunque también creo que la COVID-19 ha venido a Europa debido a los movimientos por aire».
Este bancario, que preside la Asociación Amics de Son Sant Joan, está inmerso en un libro dedicado a las compañías de chárter españolas que han nacido, se han reproducido y han muerto en las Islas. Se trata de una compilación de artículos, extraídas de revistas de antaño, para dar a conocer la historia de la aviación de este territorio con motivo del 60 aniversario del aeropuerto de Palma. «Como curiosidad, se inauguró un 18 de julio», un día trágico para España, porque en ese día y mes se inició la Guerra Civil, apunta.
Inicios
El Son Sant Joan empezó a gestarse donde se encuentra el edificio de Aena. Allí comenzó el germen de lo que hoy es uno de los aeropuertos más importantes de España. La imagen era de barracones «que parecían sacados de la Segunda Guerra Mundial», espacios pequeños y sin superficie asfaltada para los aviones.
También asomaba la antigua torre de control, derribada en 2004 y sustituida por la actual, que se construyó en 1987.
En verano de 1965 comenzaron las obras de la nueva terminal, denominada ‘Gran Terminal', que posteriormente pasaría a ser el módulo A, edificada en 1967. Con el tiempo, el proyecto requería de una ampliación. Contestaba a la alta demanda de vuelos que acogía el aeródromo, sobre todo en verano. Así se dio paso, en 1972, a la Terminal Chárter –o B–, dedicada a los vuelos comerciales que, al final, demolieron en 2008.
En la actualidad, el aeropuerto de Palma está compuesto por cuatro módulos –la última ampliación consta de 1997 con el nuevo edificio terminal, obra del arquitecto Pere Nicolau–, dos pistas, una torre de control, la base militar aérea y el hangar de Globalia –. «Mallorca ha sido la cuna de los vuelos chárter, aquí han nacido hasta 20 compañías aéreas». Una de ellas, recuerda, fue Spantax (1959-1988), la primera compañía española «que llegó a consolidarse como la segunda más grande de vuelos comerciales en Europa».
Reconstrucción
Amics de Son Sant Joan lleva años intentado reconstruir un avión Convair Coronador del año 1962 –solo quedan cuatro en el mundo– que pertenecía a la flota de la compañía Spantax. «En 2011 conseguimos que fuese declarado bien catalogado del patrimonio histórico de las Baleares. Sin embargo, reclamamos a las instituciones su exposición, que sea la semilla del primer museo aeronáutico».
La historia de la aviación, considera, «se ha perdido. Ya no encontramos esa personalidad en los aeropuertos. Antes, los ciudadanos venían cada fin de semana para ver los aviones. En casi todos los aeródromos de España pasaba esto. Pero ya no». Como apunte, el primer sábado de la apertura del Son Sant Joan se produjeron 183 movimientos con 7.274 pasajeros. Una cifra que, con los años, ha ido in crescendo hasta que en agosto de 2019 anotó 1.100 movimientos, su pico más alto, con 185.000 pasajeros.