El sector inmobiliario no es ajeno a la crisis de la COVID-19. El mes de mayo se registraron 630 operaciones de compraventa de viviendas en Balears, la cifra más baja registrada en la Comunitat en los últimos siete años. Desde septiembre de 2013, cuando se contabilizaron 612 transacciones inmobiliarias, no se había registrado una cifra tan baja. Así se desprende de los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) referentes a mayo, cuando las visitas inmobiliarias no pudieron empezar hasta el día 11, como recordó ayer la presidenta de la asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Balears, Natalia Bueno.
Las compraventas se desplomaron casi un 60 % en mayo en comparación con el mismo período del año anterior, por encima de la caída media estatal (53,7 %), y Balears fue la quinta autonomía con el mayor descenso. Bueno indicó que si bien las visitas a viviendas en venta empezaron a mediados de mes, «las operaciones de compraventa no son inmediatas», por lo que habrá que esperar a las estadísticas de los próximos meses. En cualquier caso, sí que avanzó que el mercado inmobiliario «se ha ralentizado» y que si bien espera que los datos de junio y julio sean mejores «no se alcanzarán las cifras del año pasado».
Residentes
La presidenta de los API detalló que la compra de la primera vivienda por parte del cliente local, es decir, residentes, es el segmento «más afectado». «Muchas personas han perdido el empleo o están afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y han congelado sus planes de compra de vivienda», indicó Bueno, quien calificó la situación actual del sector de «incierta».
En estos momentos, las personas que querían comprar una vivienda «están a la espera de si bajan los precios en los próximos meses», explicó Bueno. Una espera que afecta tanto a personas que tienen dinero para invertir como a las que buscan su primera residencia. En el caso de este último segmento, además de una posible bajada de precios, también influye la evolución del mercado laboral. «La gente tiene miedo a perder el trabajo y los que están en ERTE esperan a ver como queda su situación», concluyó la presidenta de los API.
Otro factor que influyó en el acusado descenso de compraventa de viviendas en mayo fue la restricción aún vigente a la entrada en las Islas de ciudadanos extranjeros. En este sentido, Bueno recordó que la compra de viviendas por parte de este colectivo alcanzaba entorno a una cuarta parte del total, por lo que habrá que esperar a si esta tendencia se mantiene en los próximos meses.
El descenso de operaciones más acusado
El descenso internanual en compraventa de vivienda registrado en mayo es de los más acusados de la historia. Solo a mediados de 2009, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria, se anotó una caía cercana al 60 %. En los últimos dos años, si bien se habían contabilizado descensos, como se aprecia en el gráfico adjunto, en ningún caso habían sido tan intensos como el del mes de mayo. De las 630 viviendas que en este mes se vendieron en las Islas, solo 99 eran nuevas, mientras que el resto eran de segunda mano.