El pleno del Consell de Mallorca aprobó este jueves de forma definitiva con los votos de la izquierda y el rechazo de la derecha la normativa que ordena y regula el desarrollo turístico en la Isla, el PIAT (Pla d'Intervenció en Àmbits Turístics).
En el debate previo a la votación, los partidos reafirmaron sus posicionamientos: el PSIB destacó que Mallorca contará por fin con un instrumento que regula el desarrollo turístico, Més resaltó que prevé el «decrecimiento» de la actividad turística y Podemos reivindicó «la redistribución de la riqueza» turística. Según el Consell, «propone un modelo territorial basado en la contención, el equilibrio territorial, el paisaje y la sostenibilidad».
La oposición, que siempre ha estado en contra del PIAT, pidió que no se aprobara con el pretexto de que la pandemia ha disminuido la actividad turística y que «no es el momento» para «restricciones» sino para «relanzar la economía», en palabras de Antoni Amengual (PI). Además, la derecha criticó que se habían recogido muy pocas de las alegaciones que habían presentado. El PP vaticinó que el PIAT «hundirá Mallorca», Cs acusó al Consell de practicar una «política turismofóbica» y Vox avanzó que las «deficiencias» de la normativa serán «corregidas» la próxima legislatura.
El Pla d'Intervenció en Àmbits Turístics fija un techo de plazas (430.000) y señala dónde y en qué condiciones se puede desarrollar la actividad.
Habtur estudia llevar el PIAT a los tribunales
Habtur, la principal patronal del alquiler vacacional en Balears, «está analizando la posibilidad de recurrir» el PIAT. Según esta entidad, la normativa «está llevando a que se perpetre el modelo hotelero» e «impide un reparto real de la riqueza dentro de la sociedad mallorquina». Desde un punto de vista opuesto, el GOB lamentó que «se ha perdido una oportunidad para revisar y disminuir el impacto territorial de la actividad turística».