Sin auxiliares forenses en Palma. De los cinco que tendrían que trabajar en el anatómico no queda ni uno. La situación, según denuncian los trabajadores, ha llevado a que en los últimos días se retrasen mucho las autopsias y se hayan producido situaciones en las que los familiares acuden para llevarse los cuerpos y se encuentran con largas esperas.
El problema es en parte endémico: de los cinco trabajadores que deben formar parte de la plantilla, tres plazas nunca se han cubierto. Quedan dos. Uno de ellos se ha partido una pierna y el otro se ha puesto también de baja esta semana. Estos auxiliares no sólo ayudan a los forenses a manejar los cuerpos y a practicar las autopsias sino que llevan a cabo una serie de labores administrativas importantes como las entregas de los cadáveres a la funeraria y el control de la identidad de cada uno de ellos. La situación se suma a otras quejas en torno al funcionamiento de la clínica forense en las últimas semanas que abarcan desde la falta de material de protección a fallos en el funcionamiento de cámaras y del aire acondicionado.
En esta ocasión, las bajas han obligado a la Gerencia del Ministerio de Justicia a realizar una convocatoria de urgencia para poder cubrir al menos una de las plazas que están vacantes, si bien no es un proceso automático y se demorará un tiempo.
Bajas
La situación se inició el pasado tres de julio y, desde entonces, las autopsias se han ralentizado. La denuncia de sindicatos como CCOO y de familiares han llevado a la convocatoria de la plaza, aunque aún tardará semanas en normalizarse. También denuncia la falta de aire acondicionado en la sala en la que se llevan a cabo las autopsias y de ventilación en otras, como la que sirve para acoger cuerpos en mal estado. Según fuentes sindicales, las cámaras del depósito están prácticamente llenas (con 10 difuntos) ante la imposibilidad de realizar las autopsias con normalidad.
Otras fuentes denuncian también la falta de mamparas y medidas de protección en las oficinas de la clínica forense, situada detrás de los juzgados de Via Alemania. A esas dependencias acuden cada día decenas de personas para realizar reconocimientos médicos que sirve de base para valoraciones de daños para informar a los juzgados y esa falta de barreras ha provocado malestar entre los forenses y los funcionarios. Además, en estas dependencias ha habido escasez de mascarillas y otro material de protección que ha tenido que ser enviado desde otras clínicas de la Península.