Los ayuntamientos de Baleares, por medio de la Federación de Entidades Locales FELIB, han pedido al Govern balear y al Gobierno cooperación institucional contra las fiestas ilegales y botellones y que se avance en el protocolo de actuación que determine hasta donde pueden llegar las policías locales.
«Los municipios reclamamos coordinación entre las instituciones, poder sumar esfuerzos y tener unos protocolos de actuación claros ante los eventos ilegales», ha dicho el presidente de la FELIB, Antoni Salas, en declaraciones a los medios tras una reunión en el Govern.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, y la consellera de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro, se han reunido este miércoles con los consells, el Ayuntamiento de Palma y la FELIB para tratar diferentes asuntos relacionados con el control de la COVID-19.
«Deseamos tener un protocolo con las pautas claras por las fiestas, estamos hablando y pronto tendremos más información», ha dicho Salas sobre este documento para protocolizar como afrontar fiestas ilegales, botellones y quedadas que están teniendo lugar y que ha advertido de que «ponen en peligro la seguridad pública».
«Los alcaldes están preocupados por estos encuentros ilegales. Nosotros hemos intentado seguir los protocolos de manera estricta, nos consta que en el comercio local y la oferta hotelera y complementaria ha hecho todo lo posible y luego te encuentras a personas que, con ánimo de lucro, montan estas fiestas ilegales y quedadas, que pueden ser un problema de salud pública», ha dicho Salas.
Salas ha destacado que el Govern ha recogido la preocupación de los ayuntamientos y está trabajando en ello.
«Pronto habrá medidas, la idea es poder colaborar entre las instituciones, y allí donde no puedan llegar las policías locales, se pueda hacer, como siempre se ha hecho, colaboración con la Guardia Civil o con la Policía Nacional y que se pueda parar cualquier manifestación, fiesta, reunión de gente o quedada ilegal que ponga en peligro la sanidad y la seguridad pública», ha añadido.
Por su parte, la consellera de Hacienda y Relaciones Exteriores, Rosario Sánchez, ha asegurado que la prioridad del Govern sigue siendo «mantener la seguridad pública y la seguridad sanitaria, por lo que implica desde el punto de vista de salud y de reactivación de la economía y la sociedad».
«Ha habido una reunión y se está trabajando con los ayuntamientos y con la Delegación del Gobierno, para evitar conductas irresponsables que nos puedan poner en peligro a todos», ha dicho Sánchez.
La consellera ha apelado a la responsabilidad ciudadana: «Lo que hemos pasado es muy serio y no podemos salir de la primera oleada de la pandemia de una forma solvente aunque con fallecidos y no podemos bajar la guardia y olvidarnos de lo que hemos pasado».
También el presidente de la FELIB ha pedido prudencia: «Todos sabemos qué hemos pasado en el confinamiento, qué nos ha costado a nivel personal y familiar y todavía hay personas inmersas en ERTE, con problemas de trabajo, hemos tenido más de 200 muertos en Baleares, casi 30.000 en España..., no es poca cosa, es muy serio».
Ha recalcado que la temporada turística ha empezado en julio «con buen pie y parece que en agosto será positiva». «Nos jugamos puestos de trabajo y nos jugamos mucho todos como para que ahora por cuatro fiestas ilegales o cuatro quedadas, nos podemos encontrar con que todas las familias de los mismos integrantes de estas fiestas puedan quedarse sin trabajo otra vez o tener que volver atrás», ha advertido. «No se debe banalizar», ha insistido.
Según Salas, con los medios de los que disponen los ayuntamientos «es muy difícil poder controlar estos acontecimientos», por lo que reclaman pautas claras y coordinación: «Es muy necesario que vayamos de la mano la Delegación del Gobierno, Govern balear, el Consell y en la medida que puedan los ayuntamientos».
Salas ha recordado que la FELIB detectó hace más de 3 años que las plantillas de las policías locales de Baleares son deficitarias en unos 450 agentes. Aunque ha habido diversas convocatorias públicas, de hasta casi 300 plazas en los municipios, no todos ellos son nuevos policías porque «a veces son agentes interinos o que tienen plaza en otro municipio, que ruedan y bailan entre municipios».
En localidades con una población sobredimensionada durante la temporada turística, hacen falta numerosos agentes en verano, que en invierno resulta «muy gravoso y costoso mantener».
Las posibles soluciones, como una bolsa de agentes, se estaban analizando hasta que la pandemia paró las negociaciones por lo que todavía no hay acuerdo para solventar esta falta de Policía Local en Baleares.
En opinión de Salas, «continúan haciendo falta policías locales, como también hace falta que se refuercen las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» de manera suficiente. «No es algo que se pueda hacer en dos meses, pero sí que en esta legislatura habría que dejar bien cerrado el tema de las plazas de la Policía Local», ha reivindicado.
En cuanto a las fiestas patronales, ha indicado que sólo pueden celebrarse con medidas de distancia, público sentado y evitando aglomeraciones. «Ya se han hecho en Deià, en Alcúdia, en festividades de Sant Joan y de Sant Pere, y creo que con éxito también en Esporles y no ha habido ningún desastre. Se pueden celebrar fiestas populares pero con medidas», ha indicado.