En los últimos años el turismo de lujo ha tenido una evolución positiva y resiliente en Mallorca y ahora, con la actual pandemia de la COVID-19, sigue en la misma tendencia. Mallorca lo tiene todo para este segmento turístico, de ahí que la crisis del coronavirus no tiene impacto negativo alguno en este mercado.
Esta oferta en la Isla se ha adaptado mejor a las amenazas de los mercados emergentes, ha superado la calidad-precio de destinos competidores, y ha basado su crecimiento en la mejora de las empresas del sector y en la creación de valor del producto turístico.
El presidente de la asociación Essentially Mallorca, Jesús Cuartero, que engloba a las principales empresas de lujo existentes en la Isla, afirma: «Esta fuerte consolidación ha hecho que en momentos complicados como el actual sea un segmento menos castigado que el resto de productos turísticos. Pero no hay que perder de vista la necesidad de apoyo institucional a nivel público para que el conjunto de la economía balear sea capaz de superar los momento de incertidumbre que vivimos y basar su crecimiento en un nuevo modelo económico de generación de valor».
Impacto económico
El segmento de lujo en Mallorca y el resto de Islas supone alrededor de 1.000 millones de euros en ventas, lo que representa en torno al 15 % del total nacional.
El turista de lujo tiene un gasto medio de alrededor de 5.000 euros por día. Se caracteriza por ser una persona casada, con hijos y con edades comprendidas entre los 40 y los 55 años. Tiene unos ingresos medios anuales superiores a los 150.000 euros y posee estudios superiores. Los productos locales y la gastronomía son los bienes más demandados. Por ello, este turista busca en Mallorca exclusividad, personalización y sobre todo la autenticidad de la Isla.
De hecho, el 90 % de la planta hotelera del segmento de lujo englobada en EssentiallytMallorca estará operativa antes de acabar el mes de julio, y el resto de productos de la cadena de valor de calidad ya están abiertos con casi total normalidad. Así, puertos deportivos como Port Adriano y empresas de jets privados (Europair) no han paralizado su actividad en la actual crisis vírica. A esto, sumar que los campos de golf fueron de las primeras empresas en abrir, e industrias de producto local ya están operativas.
Cuartero, al respecto, indica: «Nos encontraremos en un nuevo escenario económico mundial, con una nueva demanda, con un cliente con nuevas preferencias y valores diferentes. Un cliente que va a valorar mucho más los destinos seguros y que buscará productos saludables, que demandará experiencias no solo sostenibles sino también sanas, con productos de calidad y de proximidad, cuidando su salud y bienestar. Y todo esto es lo que le pueden proporcionar las empresas de turismo de lujo en Mallorca, con la máxima seguridad e higiene, con los protocolos y buenas practicas implementadas por nuestros socios y con la mayor discreción, distanciamiento y tranquilidad que nuestro destino puede proporcionar».
Desde la Conselleria de Turisme y el Consell coinciden en señalar que Mallorca «apuesta por un modelo turístico sostenible y de calidad, de ahí que el segmento de lujo es clave para atraer a un cliente de mayor poder adquisitivo que mejora el bienestar social la Isla y respeta los recursos naturales». La presencia en la ILTM de Cannes de este año será clave en un ejercicio marcado por la consecuencias económicas de la COVID-19.