Un total de 62 personas velan estos días por la salud de los pasajeros a su llegada a los puertos y aeropuertos de Baleares.
De momento la gestión es mixta y de estos 62 trabajadores hay 28 enfermeras de la Creu Roja, otros 28 trabajadores procedentes de diferentes departamentos del IB-Salut y contratados ex profeso para la vigilancia de pasajeros, y seis más del departamento de Sanidad Exterior que, en principio hasta el próximo lunes, controla las llegadas de los vuelos de ámbito internacional.
En todos los puntos de entrada de turistas de las Islas hay equipos de cuatro personas compuestos por dos técnicos sanitarios, un profesional de la empresa de Gestión Sanitaria y Asistencial (GSAIB) y una enfermera de la Creu Roja. Además, en los puntos más relevantes hay también un coordinador de Salut Pública.
Cada pasajero con destino a las Islas debe implementar un cuestionario que los técnicos sanitarios recogerán. Además son ellos los encargados de tomar la temperatura a todos los turistas. Si es menor de 37,5 grados pueden seguir su camino pero en caso de presentar fiebre pasará a entrevistarse con las enfermeras que haya en el punto de llegada.
Tras una observación clínica el pasajero con fiebre podría seguir hacia su destino final pero si presenta síntomas sospechosos se le hará una PCR en su hospital de referencia.
El proceso sólo continúa en caso de que la prueba diagnóstica sea positiva. Si así fuera, la Conselleria de Salut ha reservado varios establecimientos turísticos para que el afectado, e incluso su familia, puedan pasar el periodo de cuarentena. Si los síntomas de contagio empeoraran se procedería a su hospitalización.
El Govern ya ha anunciado que los controles sanitarios se mantendrán hasta el 30 de junio y posteriormente pasará a asumirlos el Estado.
Illa exige un triple control a los viajeros
Este viernes el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, advertía de que los viajeros tendrán que pasar un triple control sanitario al llegar a España. Las medidas son similares a las que ya se practican en Balears donde la movilidad interislas permitida desde hace dos semanas ya contemplaba por necesidad el barco y el avión. Los controles pasan por rellenar un documento, un control de temperatura y una inspección visual.