Representantes del sector hotelero español han urgido este martes al Gobierno a que active un plan contundente de apoyo al sector, que ya llega tarde, con medidas financieras, fiscales y laborales en la línea de lo que están haciendo otros países y que sea capaz de «sujetar» al sector.
Así lo han señalado en la cumbre empresarial organizada por la patronal CEOE los presidentes de la Confederación de Hoteles, Jorge Marichal; de Barceló, Simón Pedro Barceló; de Globalia, Juan José Hidalgo, y de Lopesan, Francisco López Sánchez.
El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal, ha urgido al Gobierno a que tome medidas ya para que el sector supere esta crisis pero para ello «no vale el café para todos. Estamos cansados de gritar», ha dicho.
Por ello, más allá de las medidas iniciales -los créditos ICO y los expedientes temporales de regulación de empleo, que ha valorado- ha exigido nuevas lineas de liquidez y la extensión y flexibilización de los plazos de los ERTE.
CEHAT -que representa a más de 15.000 establecimientos y ocho millones de plazas en todo el país- ha pedido también que se incentive la demanda con desgravaciones fiscales para las empresas y para los usuarios, con bonos de viaje que desgraven en el IRPF como ha hecho Italia.
Además, ha criticado la política de promoción de España en el exterior: «tenemos una política de promoción bastante extraña», ha señalado.
El presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló, ha pedido, además de apoyo financiero y de la flexibilización de los ERTE, medidas de ayuda con los contratos de alquiler y la aplicación del IVA superreducido a todas las actividades del sector, que permitirá ganar competitividad al país.
Ha propuesto que se diseñen programas de vacaciones mediante la cooperación público-privada semejantes a los del Imserso para otros colectivos, como los sanitarios, porque eso incentivaría el turismo y permitiría salvar a muchas empresas y desestacionalizar el sector.
«Gastar en lo público no significa gastar mal», ha añadido. «En estos programas estaríamos gastando bien porque la experiencia que tenemos nos dice que por cada euro invertido, la Administración deja de pagar 1,5 euros».
En su opinión, es fundamental reactivar la conectividad en el transporte y situar el turismo en el centro del programa de reconstrucción europeo, no solo por razones económicas sino también por construir identidad europea.
El presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, ha calculado que se tardará «como mínimo tres o cuatro años» en salir de esta crisis y ha contado que esta semana la compañía ha abierto 300 de sus agencias de viajes pero «el inicio ha sido muy lento porque la gente sigue con miedo».
Ha pedido ayudas a las aerolíneas -el grupo es propietario de Air Europa- en la misma dirección que han anunciado Alemania, Francia e Italia porque las empresas no pueden salir adelante por sí mismas.
El presidente de AC Hoteles, Antonio Catalán, ha pedido un plan potente para el sector porque es «la única forma de sujetar el tejido empresarial» y ha puesto el ejemplo del programa de apoyo al turismo en Estados Unidos, al que ha dedicado 150.000 millones de dólares (132.400 millones de eros).
El Gobierno «tiene que endeudarse y aguantar los ERTE y los ICO» porque «si sujeta» al sector sería posible que esta crisis dibujara forma de V. De este bache, según Catalán, hay que salir todos juntos y fortalecidos, con un modelo de turismo sostenible y con salarios justos.
A largo plazo, cree que España tiene capacidad para aspirar a un turismo de mayor poder adquisitivo especialmente en el sol y playa porque ofrece seguridad, buenas infraestructuras y hoteles, además de una riqueza cultural, medioambiental y gastronómica de primer nivel.
El presidente de la compañía de origen canario Lopesan, Francisco López Sánchez, ha afirmado que tiene la sensación de que desde el Gobierno se está en «una improvisación constante».
Ha defendido la flexibilización del marco laboral para el sector y la extensión de los ERTE hasta finales de año, además de rebajas de impuestos indirectos para situarse mejor que otros destinos que van a competir en precio e incentivos a la transformación de la planta hotelera.
A su juicio, quedan meses para que se perciba el crecimiento, por lo que ha instado al Ejecutivo a que haga un plan de comunicación a la altura de la potencia turística que es España.