El Servicio de Urología del Hospital de Son Espases acaba de dar un paso innovador, al haber efectuado con éxito un autotrasplante de donante vivo a una mujer de 60 años con una patología renal.
Esta intervención, la primera de estas características que se realiza en Baleares, ha consistido, en primer lugar, en la extracción del riñón por laparoscopia y, en segundo lugar, en un autotrasplante renal, aprovechando la misma incisión para el extracción del órgano y su implante posterior.
Esta técnica, mínimamente invasiva, es la misma que se hace para la obtención de órganos de donante vivo.
En este caso, se ha conseguido salvar la funcionalidad de un riñón, que, sin la aplicación de este técnica, se habría perdido. Se trataba de una mujer con un problema de vía urinaria provocado por una cirugía reciente debido a una tumoración ovárica, una intervención que «reafirma la capacidad técnica para llevar a cabo este tipo de cirugía con buenos resultados», ensalza el hospital universitario balear.
Este tipo de intervenciones tienen la ventaja de que permiten preservar la funcionalidad del órgano para su posterior trasplante. También implica un menor sufrimiento para el donante y para el órgano y, así, se consiguen resultados de supervivencia mejores para el órgano y para el receptor.
Con esta cirugía, el Servicio de Urología de Son Espases abre la puerta para continuar aplicando esta técnica mínimamente invasiva en la obtención de riñones para el trasplante renal. Además, se ha realizado en un contexto sanitario aún condicionado por la pandemia de COVID-19 que se ha vivido con un descenso del número de trasplantes renales.
En concreto, este año, los profesionales de Son Espases han realizado treinta y dos trasplantes de riñón. Todos, excepto este caso, han sido extraídos de pacientes con muerte encefálica o con asistolia controlada.