La isla balear de Formentera permanecerá una semana más en la fase 3, a pesar de cumplirse 15 días, debido a que no puede avanzar «por sí sola», ha dicho la presidenta insular Alejandra Ferrer.
Ferrer ha precisado en declaraciones a la prensa, que la desescalada local «ya está hecha», por lo que ahora debe ser el ejecutivo balear quien «prepare todo para pasar a la nueva normalidad».
En este sentido, la presidenta del Consell de Formentera ha señalado que ya se está trabajando en diferentes protocolos con el Govern balear «para pasar todos juntos a esta nueva fase».
Para Ferrer, el «cambio real» no es el avance hacia la nueva normalidad, sino la finalización del estado de alarma, previsto para el 22 de junio, cuando se abran las conexiones a la movilidad nacional y, a partir del 1 de julio, al mercado internacional.
Con el fin de hacer frente a esta nueva etapa se está trabajando con «muchísima prudencia» con el fin de garantizar «toda la seguridad posible», ha dicho Ferrer.
La consellera balear de Salut, Patricia Gómez, por su parte, también se ha referido a esta cuestión y ha destacado que ya no hay «grandes diferencias» entre la fase 3 y la llamada nueva normalidad.
Aún así, ha dicho que el punto a estudiar para avanzar hacia la nueva normalidad es la limitación de aforos existente en la actividad turística. «Se está estudiando si la mantenemos en la nueva normalidad o lo ampliamos un poco», ha concluido.