El brote del nuevo coronavirus ha puesto fin a la vida de Abel Jesús Ruiz Cillero, el aviador de los nueve arrestados de la Unión Militar Democrática (UMD), a los 78 años; falleció el pasado 21 de marzo en Palma.
La primera persona en su familia que empezó a sentirse mal fue su esposa y, posteriormente, empezaron a tener los síntomas él mismo y el resto de la familia. En concreto, fue a principios de marzo, antes de que se decretase el estado de alarma, cuando el capitán del Ejército del Aire retirado empezó a sentirse mal. Sin embargo, no lo asociaban con la COVID-19.
A raíz de una caída que tuvo, que motivó su hospitalización, los médicos descubrieron que Abel Jesús era positivo en el brote del nuevo coronavirus. Lamentablemente, a los cuatro días falleció.
Abel Jesús tenía un curriculum profesional brillante. En concreto, era piloto de aviación comercial jubilado y capitán del Ejército del Aire retirado. En el verano de 1975, formó parte del grupo de los primeros detenidos (ocho oficiales de Tierra y otros dos del Aire) por su pertenencia a la UMD, una organización militar antifranquista que luchó por las libertades democráticas en España.
El juicio y la condena no implicó la separación del servicio, pero Abel Jesús optó por abandonar el servicio activo y pasó a trabajar de piloto en líneas aéreas comerciales. Al igual que sus compañeros, rehabilitados 10 años después de su expulsión, no volvieron a vestir el uniforme.
Treinta años después de los hechos, el reconocimiento oficial de estos militares demócratas llegó con una declaración institucional del Gobierno, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 4 de diciembre de 2009. Después, la ministra de Defensa Carme Chacón impuso al capitán Ruiz Cillero, y al resto de sus compañeros de la UMD, la Cruz del Mérito Aeronáutico.
«Su esposa e hijos, sus compañeros y conocidos, así como su familia que no pudo estar cerca de él en los últimos momentos, lo recuerdan como alguien tranquilo, fiel a sus principios, buena persona y querido por todos los que le han conocido y se han cruzado con él en su camino», explica su hijo.