El portavoz del comité autonómico de gestión del coronavirus, Javier Arranz, ha confirmado este lunes que tras el rastreo inicial de los contactos del grupo familiar contagiado de coronavirus en Son Gotleu, en Palma, «no se ha detectado ningún contacto de riesgo más allá del familiar». Arranz ha sostenido que la investigación continúa, pero el contagio «se ha acotado» y los pacientes, un total de once infectados de la misma familia, siguen siendo asintomáticos.
La presidenta Francina Armengol matizó este domingo en rueda de prensa que lo detectado en esta barriada de Palma no ha sido un brote, sino un contagio. Al respecto, el doctor Arranz ha insistido en esta diferencia y ha explicado que un brote presenta un aumento de la transmisión de manera sostenida, en diferentes lugares, y que «ésta no es la situación». Así, ha descrito este contagio y ha dicho que «se trata de un grupo de personas que están muy cercanas», eran convenientes y, por lo tanto, el contacto entre ellos era de alto riesgo. A nivel de control de enfermedades, hay insistido, sí hay diferencias entre brote y contagio».
Arranz, en conversación con este periódico, ha explicado que el contagio está acotado y que no todos los afectados tenían el mismo nivel de relación: «Algunos sí salían a trabajar, pero otra parte del grupo se quedaba en casa con los niños». El primer positivo se detectó en un hospital con posibles síntomas compatibles y a partir de ahí se inició el estudio de contactos.
Sin fuente de origen
Javier Arranz ha reconocido que no se conoce cuál es la fuente de origen del contagio de este grupo. «Es difícil saberlo, depende del plazo de exposición y de los contactos, pero es complejo dar con ello en un momento en el que la gente ya puede salir a la calle». En este punto, ha aclarado que la pandemia se encuentra en otra fase diferente a la inicial, cuando no teníamos casos circulando por nuestra comunidad y los positivos se detectaban en personas que venían de fuera. «Ahora el virus circula, está entre nosotros, aunque de manera baja. Podemos acercarnos al origen, pero no siempre dar con él».
Ante esto, el doctor ha pedido una vez más prudencia a la población y cumplir las normas de distanciamiento social e higiene, especialmente ahora que la movilidad cada vez es mayor. No obstante, ha reconocido que «nos encontraremos más casos como éste». «La gente tiene, tenemos ganas, de tener vida normal. Pero hay que hacerlo con equilibrio, poco a poco, e ir ampliando nuestro círculo lentamente y no de manera salvaje, porque esto nos puede llevar a retroceder».
Condiciones del locutorio
Javier Arranz ha detallado cuáles eran las condiciones del negocio de la familia afectada por la COVID-19 en Palma y ha explicado que ha estado cerrado el locutorio durante el estado de alarma y que lo que sí tenían abierto es una pequeña tienda de artículos diversos. El doctor de Atención Primaria ha detallado que atendían a través de mamparas y los pagos se hacían por ventanilla, sin contacto absolutamente directo y, además, breve. «Por lo que el riesgo era realmente bajo».
Salut sí ha contactado con otro grupo de personas que podían tener un contacto más estrecho con las personas que trabajan en este negocio, como son los transportistas, un núcleo que se ha acotado y al que se le hace seguimiento.
Grupo con condiciones especiales
El portavoz autonómico ha explicado que con este grupo familiar afectado se ha actuado de manera diferente, dadas sus circunstancias propias. Sanidad no hace PCR a pacientes asintomáticos, pero «era un grupo grande, conviviente, con un contacto muy estrecho. En otras circunstancias, ante el positivo, al resto de convenientes se les hubiera mantenido en cuarentena y se les hubiera hecho seguimiento, pero dada las circunstancias de habitabilidad nos parecía indicado saber cuál era la situación».
Una vez obtenidos los positivos, Arranz reconoce que se optó por el ingreso y se decidió que, también dadas las circunstancias, había que dar opción de un aislamiento mejorado, especialmente cuando en el domicilio éste es imposible.