Carteles informativos y adhesivos en el suelo para mantener la distancia de seguridad, así como geles hidroalcohólicos en diversos puntos forman parte de la estética de los centros comerciales que abrieron de nuevo ayer sus puertas. Dependientes y clientes con mascarillas y más guardias de seguridad que de costumbre para vigilar que se cumplen todas las medidas higiénicas y de distanciamiento completan la imagen de esta nueva normalidad impuesta por la pandemia del coronavirus.
Desde este lunes ya están abiertas todas las instalaciones, incluidas las superficies de más de 400 metros y los centros comerciales. Eso sí, el acceso a las zonas comunes está restringido, de modo que en Fan Mallorca y en el Mallorca Fashion Outlet las áreas infantiles y los bancos para sentarse están precintados. Además, el aforo está limitado al 40 % en el interior de los establecimientos y al 30 % en las zonas comunes.
Con el fin de que los clientes puedan conocer desde sus casas la afluencia de público en Fan Mallorca, se puede consultar a través de la web del centro. Además, se ha marcado en el suelo la distancia que se debe mantener mientras se espera para acceder al interior de las tiendas. La mayoría de las tiendas ya estaban abiertas ayer, si bien algunas de las más emblemáticas del centro, como Primark, permanecerán cerradas «mientras se adecuan a las nuevas medidas», según el cartel que había en el exterior. Sí que ya estaba abierta C&A, grupo que también reabrió ayer su tienda del centro de Palma.
Aunque durante la jornada no se registraron aglomeraciones ni incidencias en los centros comerciales, en algunas tiendas de Fan sí que había colas para acceder. De todos modos, al igual que en el resto de centros y superficies comerciales, había más curiosos que clientes y muchos aprovecharon la apertura de los bares y restaurantes de estos centros, pese a que algunos aún están cerrados.
El Mallorca Fashion Outlet también abrió sus tiendas de 12:00 a 20:00 horas con «bastante afluencia de gente» , aunque sin alcanzar en ningún momento el máximo permitido, según su director de marketing y turismo, Jorge Pérez. Destacó el «buen ánimo y respeto» de los clientes y explicó que si bien han abierto la mayoría de establecimientos, los pocos que aún permanecen cerrados prevén reabrir en los próximos días. Para controlar mejor el aforo, de las cinco entradas al centro, solo se han habilitado tres.
En Porto Pi también se extremó el control del aforo y los bares de la terraza han optado por abrir más adelante.
Palma
Los dos centros de El Corte Inglés de Palma –el de Jaume III y el de Avingudes– también abrieron las puertas, así como el Centro de Oportunidades y las tiendas Sfera. Esta apertura ha permitido sacar del ERTE a todos los trabajadores del grupo en la Isla. La jornada transcurrió con normalidad y «tranquilidad» entre los clientes al comprobar in situ las medidas de seguridad.
En los accesos hay personal encargado de contabilizar los clientes que entran y en los probadores se mantienen las distancias de dos metros de seguridad, de modo que no hay probadores contiguos abiertos –un empleado controla entradas y salidas, y limpia cada cabina tras su uso–. Las prendas utilizadas en el probador y no vendidas se someten a una higienización.
El cliente compra ahora «solo lo que necesita» y aboga por el ahorro
Los comerciantes coinciden en señalar que si bien existen ganas de salir a la calle y de comprar tras casi dos meses de confinamiento, impera la prudencia. Son muchos los ciudadanos de las Islas que no tienen un empleo y más de cien mil están en un ERTE. De ahí que los comerciantes coincidan en que la mayoría abogan por el ahorro.
Sin embargo, por el hecho de que el desconfinamiento coincida con el cambio de estación, sí que hay interés por adquirir productos necesarios, como ropa de baño o zapatos de verano, especialmente para los más pequeños a quienes ya no les sirve la ropa del año pasado. Aunque este lunes no hubo ninguna fiebre por las compras, sí que la actividad empezó a reactivarse.