Un horizonte de vehículos engalanados con banderas constitucionales de España ha teñido este sábado al mediodía las calles de Palma durante la manifestación convocada por Vox en todo el ámbito nacional. Los convocados pidieron la dimisión del presidente Pedro Sánchez por la gestión de la crisis de la COVID-19.
Más de dos mil vehículos (5.000, según informó Vox de fuentes de la Policía Local, y 1.850 coches y 150 motocicletas, según concretó la Policía Nacional) llenaron durante dos horas Vía Portugal y Vía Alemania a ritmo de bocinazo y consignas como «Sánchez dimisión» o «Viva España».
El itinerario por Palma fue el siguiente: Via Portugal, Via Alemanya hasta la Avenida Gabriel Alomar; Paseo marítimo, Avenida Argentina, Passeig de Mallorca, para finalizar de nuevo en Via Portugal.
La alta participación provocó un colapso circulatorio en las Avenidas y calles adyacentes. El ritmo lento de los coches ayudó a que la caravana se estancase en determinados puntos del recorrido. Fue un calvario para los conductores no manifestantes.
«Estado de excepción»
Antes de comenzar el itinerario, Jorge Campos, presidente de Vox en Balears, y Antoni Salvá, diputado en el Congreso, atendieron a los medios. Campos afirmó que «hoy nos manifestamos ante un Gobierno que es directamente responsable de que seamos el país con mayor número de muertes por coronavirus y el mayor número de contagios. Su gestión ha sido negligente, y está aprovechando el estado de alarma para aplicar su agenda ideológica comunista. Han convertido el estado de alarma en un estado de excepción».
El presidente de Vox añadió que «están pisoteando nuestros derechos y libertades y lo demuestran día a día. Lo hemos visto recientemente con el pacto con Bildu, el pacto con ETA. Y esto que está pasando a nivel nacional lo está aplicando la señora Armengol. Sánchez pacta con Bildu y aquí ella pacta con Més, que es el Bildu balear. Este gobierno debe dimitir y dar paso a otro de técnicos, para recuperar el país».
El diputado Antoni Salvá se felicitó por la afluencia de participantes. Defendió «un pacto de gobierno entre PSOE, PP y Vox que sustituya al actual».
Fervor
Cuando la caravana llegaba al final del trayecto en el Passeig Mallorca, Jorge Campos se subió a un coche y dirigió unas palabras a los manifestantes en medio de un fervor patriótico colectivo. Miembros de la organización intentaron vaciar las aceras, reconduciendo a los peatones.
La movilización también se realizó en Maó (con 50 vehículos), Ibiza (con 130), y Formentera (con dos), según datos de Delegación del Gobierno. En esta última pitiusa la concentración se tuvo que disolver por la escasa participación.
La manifestación en Palma transcurrió con molestias y sin sobresaltos más que alguna disputa verbal sin mayor incidencia. Una joven se paseó por el arcén de Via Alemanya con la mano estirada y el pulgar hacia abajo en muestra de desaprobación. A pocos metros, una joven que se identificó como sanitaria gritó a los manifestantes: «en un hospital tendríais que estar». Nadie contestó a su provocación. Todo transcurrió en orden.