El Govern autorizará a los dueños de los hoteles de Baleares a ampliar sus instalaciones hasta en un 15 % para adaptarse a los cambios derivados de la crisis del coronavirus y modernizar su oferta, siempre que no aumenten plazas ni eleven su altura.
Esta medida, que se extiende también a establecimientos de restauración y ocio, estará vigente durante lo que resta de este año y todo 2021, según recoge un decreto ley aprobado este miércoles por el ejecutivo balear con medidas extraordinarias para estimular la recuperación económica.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha defendido la relajación de las restricciones urbanísticas, de impacto ambiental y de supervisión administrativa porque contribuirá a mantener 31.000 puestos de trabajo sin mayor consumo de territorio, ya que el decreto afecta solo a edificios existentes en suelo urbanizado.
Armengol ha puesto el énfasis en que la posibilidad de ampliar los negocios turísticos, no solo los hoteles, responde a la necesidad de adaptar los establecimientos a la necesidad de distanciamiento interpersonal para prevenir el contagio del coronavirus y en que, además, está condicionada a la mejora en materia de eficiencia energética.
Asimismo, el decreto permite que hoteles obsoletos en zonas turísticas maduras, como son la playa de Palma y Calvià, se transformen en viviendas de protección oficial, instalaciones sociosanitarias o centros de investigación e innovación siempre que lo autorice el ayuntamiento respectivo, lo que supondría eliminar plazas turísticas.