La falta de liquidez en las familias y en el pequeño y mediano comercio de las Islas a causa de la crisis del coronavirus y la nula actividad empresarial, ha provocado que las tiendas de compra y venta de oro de Mallorca y el Montepío de Palma se vean a partir del lunes saturadas por la avalancha de llamadas que han recibido en la última semana por parte de clientes.
Desde el Montepío de Palma puntualizan: «Las llamadas han ido creciendo a medida que han pasado los días y prevemos que el lunes, una vez abramos nuestras instalaciones, notaremos un incremento de clientes por encima de lo normal. Hay mucha demanda por falta de financiación y la gente quiere liquidez empeñando sus joyas».
Las medidas de seguridad se han incrementado por la COVID-19, aunque ya de por sí este tipo de instalaciones disponen de cristales blindados, pero ahora se pondrán geleshidroalcóholicos, guantes y paneles para indicar la distancia mínima.
El Montepío, a la vista de cómo han evolucionado los acontecimientos, ha puesto nuevos servicios a disposición de los clientes, en este caso para las pequeñas y medianas empresas: «Se ha establecido por vez primera una línea de interés menor para los autónomos, porque hemos apreciado que este colectivo empresarial es uno de los más interesados para conseguir liquidez a la mayor rapidez».
El interés que se ofrece se sitúa entre el 5 y el 8,25 %, dependiendo del valor de la joya en el momento de la tasación. Este tipo de interés es el que se va a rebajar a los autónomos. La operación media por cliente en Palma ronda los 775 euros, el más alto de toda la red de Monte de Piedad de Madrid, que es propietario del Montepío de Palma.
Compraventa de oro
Si el Montepío espera ver desbordada a partir de este lunes su oficina por el número de llamadas recibidas desde el inicio de la entrada en vigor del estado de alarma, lo mismo sucede con las tiendas de compra y venta de oro de la Isla, en concreto las ubicadas en Palma.
El gerente de la tienda Compro Oro Plaza Progreso de Palma, Josep Palacios, constata que a partir del lunes «habrá una avalancha de clientes, porque los contactos telefónicos que hemos tenido se han disparado en los últimos diez días. Hay mucha inquietud».
Palacios añade que a diferencia de la crisis de 2008 «en esta ocasión, a parte de las familias, estamos apreciando que propietarios de pequeños comercios, caso de tiendas de ropa, ya han mostrado especial interés en vender oro y joyas para obtener liquidez con el fin de poder reabrir sus establecimientos. La situación es muy delicada».
En cuanto a las familias, apunta: «La gente necesita dinero de forma urgente por los ERTE y por tener que hacer frente a todo tipo de pagos. Esta crisis va a ser peos que la anterior a nivel económico».
La diferencia entre el Montepío y este tipo de tiendas es que en la primera uno puede recuperar lo empeñado al cabo del tiempo espipulado con el cliente, mientras que en las tiendas no: «Se compra sin opción a devolver, ya que el cliente recibe dinero sin opción a recuperar la joya de la cual se ha desprendido. Podemos pagar en efectivo hasta los 2.500 euros y a partir de esa cantidad se realiza mediante un cheque nominativo. El precio se fija en tiempo real y el cliente siempre sale satisfecho», indica Palacios.
Los controles en las ventas son muy estrictos por motivos de seguridad. En el caso de las tiendas de compra de oro sus responsables tienen que comunicar a la Policía Nacional las compras realizadas de forma semanal, para comprobar si las mismas proceden de algún hecho delictivo o se venden sin el consentimiento de la familia, en concreto el caso de joyas heredadas.