A pesar del confinamiento y la distancia, Biel Company sigue muy de cerca la evolución sanitaria y política del coronavirus en España.
Las nuevas tecnologías permiten el intercambio de opiniones y contraste de pareceres con los dirigentes nacionales del Partido Popular y con sus principales ‘barones' con algunos de los cuales no oculta su proximidad y complicidad.
En Baleares tiene que hacer frente a la compleja tesitura de no perder protagonismo frente a la presidenta Armengol en unos momentos tan críticos como los actuales, más ahora que se ha iniciado el desconfinamiento y la economía adquiere protagonismo.
¿Cómo lleva el confinamiento ?
—Anímicamente lo llevo bien, las dificultades, a mí, me reactivan. Han sido semanas de mucho trabajo, preparando propuestas y, por supuesto, muy preocupado tanto por la crisis sanitaria como por sus consecuencias económicas.
Por ir al grano, ¿hay que prolongar el estado de alarma?
—De manera indefinida no, considero que hay que introducir los cambios legales necesarios para mantener el control de la situación. Creo que el Gobierno utiliza esta herramienta de manera inadecuada.
¿Se ha hecho bien en Baleares?
—Desde mi punto de vista la presidenta Armengol se ha puesto a remolque de Pedro Sánchez y cuando ha visto que se estaba quemando se ha desmarcado. Ha transmitido algunas peticiones, pero en materia económica se ha vuelto a poner a rebufo de Madrid; Canarias ya nos lleva ventaja. Su intervención y la del Govern no es comparable a Andalucía, Galicia o Murcia donde los resultados contra la COVID-19 han sido mejores que en las Illes. Es curioso, pero ahora Francina Armengol se esconde detrás de la sociedad civil, igual que hizo con el Régimen Especial (REB); no tiene iniciativa. Todo es una mera puesta en escena de una gestión mediocre.
Concrete un acierto y un fracaso ...
—Se ha llegado tarde a la crisis sanitaria y económica; por el contrario, ha manejado muy bien todo lo relativo a su comunicación personal.
¿Cree que habrá temporada turística?
—Es que tiene que haberla. Otra cosa es de qué manera. Los clientes quieren venir y lo que hace falta es abrir el aeropuerto de Son Sant Joan con garantías de seguridad. Estoy convencido de que la planta hotelera hará el esfuerzo que haga falta y, además, hay muchas empresas que están vinculadas al sector que están en peligro. Este partido hay que jugarlo.
¿Hay que aprovechar estas circunstancias para cambiar el modelo económico de Baleares, como reclaman algunos expertos?
—La progresión del mundo digital en estos momentos ha sido brutal y es una dinámica que se tiene que aprovechar. Esta está siendo la primera gran crisis de nuestra generación, por eso hay que tenerle respeto, pero no miedo. El actual modelo económico de las Illes no puede echar a perder todo lo bueno que tiene, junto al ‘sol y playa' hay mucho por diversificar y mejorar. Ahora la prioridad debe ser que seamos un destino seguro para nuestros visitantes.
Se habla de que el producto local tiene su gran oportunidad ...
—El sector primario ha descubierto las ventajas de la venta directa, pero hay algunos discursos que los llevo escuchando desde hace décadas. No podemos olvidar el peso real que tiene en el conjunto de la economía balear y la producción es insuficiente para alimentar a toda la población. La clave está en profesionalizar el sector y ayudarlo, todavía hay subvenciones pendientes de abonar.
¿Qué receta tiene el PP para salir de la crisis?
—Hoy (la entrevista tuvo lugar el miércoles) se discute el plan de rescate del PP en el Parlament y seguramente será rechazado. El problema es que el Govern no sabe cómo funcionan las empresas. Los planes de liquidez deben ser a 8 años y ofrecer una renta básica de 600 euros durante 6 meses. Además, sin ingresos no puede haber impuestos.
¿Estamos ante una crisis breve ?
—Creo que irá por sectores. Los que están vinculados al turismo lo pasarán mal, se trata de levantar la barrera e ir corrigiendo sobre la marcha. Si es necesario hay que acudir a los centros de decisión de los mercados emisores para reclamar su atención; aquí tenemos unos empresarios magníficos, pero desde la Administración se tiene que cumplir con los compromisos y quitar trabas.
¿Qué detalle le ha impresionado más de este episodio?
—Las muertes en soledad, las víctimas. Cada vez que pienso en ello me emociono.
‘Vamos a salir juntos', dice el lema publicitario pero mientras en la calle se suceden los gestos de solidaridad, la clase política ...
—No basta pedir la unidad, hay que saber corresponder la colaboración. Aquí se nos ha informado después de dar la correspondiente rueda de prensa. El términos globales hemos sido leales con el Govern, pero no podemos perder el papel de oposición. Hay consellers de los que hace tiempo que no se sabe qué hacen y para consensuar hay que hacer propuestas.
¿Se habla con Armengol?
—Poco. Lo hemos hecho tres veces durante esta crisis.
Con decenas de miles de trabajadores castigados por la crisis, ¿hay que bajar el sueldo a los políticos y funcionarios?
—Le aseguro que es más efectivo quitar altos cargos de la Administración. No creo que bajar los sueldos a los políticos y funcionarios sea la solución, también forman parte de la estrategia económica de no paralizar el consumo. Lo importante es generar empleo.