La planta hotelera balear que decida abrir sus puertas en plena pandemia lo podrá hacer a partir del próximo lunes 11, dentro del proceso de desescalamiento de la crisis de la COVID-19. La Agrupación de Cadenas Hoteleras de Balears (ACH), Gabriel Llobera, afirma que los protocolos sanitarios aprobados por el Ministerio de Salud «marcarán todas las pautas de funcionamiento en todos los servicios hoteleros bajo los criterios de máxima seguridad sanitaria y de distanciamiento social».
Los protocolos elaborados por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) marcan las pautas con las garantías de seguridad que servirán para guiar la operación de los hoteles en su reapertura en la actual coyuntura de estado de alarma.
Los protocolos fijan en detalle el trabajo de cada departamento del hotel para ofrecer la máxima seguridad a huéspedes y empleados. Recepción, pisos (limpieza), comedor, bar, cocina, pastelería, recepción de mercancías, servicios técnicos, zonas industriales, áreas de personal, transporte, fitness y animación, entre otros, son los departamentos que a partir del lunes aplicarán las nuevas medidas en su trabajo diario para afrontar la reapertura de una manera global, que atiende desde la limitación de la ocupación del hotel y sus diferentes zonas, hasta la dosificación correcta de los productos antivirus de eficacia probada en todas las instalaciones de los alojamientos.
Normalización
El presidente de la ACH puntualiza que la colaboración con el ICTE, la Confederación CEHAT y la Mesa del Turismo «ha sido intensa para elaborar los protocolos anti coronavirus en los establecimientos. El objetivo que nos hemos marcado en Balears es que queremos ofrecer a los clientes la máxima normalidad en esta coyuntura tan compleja derivada de la COVID-19».
Llobera añade que las medidas que se van a aplicar «están enfocadas a minimizar los efectos del coronavirus en todos los departamentos del hotel, con el objetivo fundamental de reducir al máximo la manipulación directa de los clientes». El presidente del ICTE, Miguel Mirones, puntualiza que el trabajado realizado con el consenso de todas las asociaciones y patronales hoteleras «ha podido configurar un protocolo para el buen funcionamiento de los establecimientos con todas las garantías de prevención sanitarias. Es lo que nos pidió el Ministerio de Salud y el protocolo se ha podido realizar en un tiempo récord por las exigencias del proceso de desescalamiento».
Las limitaciones en la gestión hotelera van a ser muchas «pero las empresas quieren trabajar con todas las garantías para que los empleados y clientes estén seguros».
Desinfectantes en todas las plantas, distancias de seguridad en los servicios y en las zonas comunes «máxima seguridad». Llobera afirma que ahora solo queda la apertura de los aeropuertos y de fronteras «para que vuelva la normalidad de forma progresiva».
Protocolos
Recepción. En la recepción se establecerá un aforo máximo, habrá señalizadores. El personal del hotel llevará mascarillas y guantes y el pago se hará con tarjeta y se desinfectará el datáfono.
Habitaciones. El protocolo del ICTE contempla la eliminación de alfombras y cojines en las camas. Las almohadas se desinfectarán y se reducirán al máximo todos los accesorios del baño.
Comedor. La distancia entre mesas será de dos metros y queda eliminado el tradicional buffet libre, que será ahora a la carta.
Piscinas y spas. Estas instalaciones están sujetas a cambios, pero se mantiene la distancia social y los spas quedan cerrados.
Lavandería. Todos los textiles sucios del hotel se recogerán meticulosamente para evitar contagios y se lavarán a 60 grados.