La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) y la Agrupación de Cadenas Hoteleras han tildado de «inviable» reabrir los establecimientos hoteleros «sin conectividad aérea, sin protocolos avalados por las autoridades sanitarias, sin resolver la ampliación de los ERTE» y sin medidas de apoyo.
Las patronales han advertido de que la desescalada anunciada por el Gobierno no se ajusta a la realidad del sector y supone «un profundo desconocimiento de la actividad turística y empresarial», han criticado en un comunicado conjunto.
FEHM y ACH han recibido «con decepción y estupefacción el plan de desescalada».
Antes de abrir piden «la realización de test masivos a plantillas, clientes y proveedores». «Contribuirían a garantizar que somos un destino seguro. No se trata de acelerar por acelerar ni ralentizar por ralentizar, se trata de ser efectivos en la toma de decisiones incorporando, ahora ya, una visión multisectorial por la interrelación sanidad-economía», reclaman.
Los hoteleros, que cerraron establecimientos el 19 de marzo, aseguran que el sector turístico será de los últimos en recuperarse por el grado de afectación y por las circunstancias coyunturales que exceden el ámbito nacional.
El plan de desescalada «no resuelve en absoluto cómo proceder a la apertura de establecimientos hoteleros» y las condiciones que plantea «son inviables, aunque den una falsa impresión de vuelta a la nueva normalidad».
Si son complejas en el territorio peninsular, la FEHM y ACH advierten de que la situación «es mucho peor en el caso del archipiélago balear», que depende «absolutamente de las llegadas por vía aérea» y siendo sus mercados emisores mayoritarios procedentes de países europeos. «Somos la comunidad autónoma más afectada del territorio español», afirman.
Añaden que aunque en primera instancia se apueste por captar mercado local y nacional, las islas siguen «en desventaja por no tener la facilidad de transporte terrestre que tiene la península».
Entre los factores contrarios a la reapertura también señalan la falta de «protocolos únicos a nivel nacional», en los que trabaja el ICTE para 22 grupos de actividad del turismo, «para su posterior aprobación por el Ministerio de Sanidad y después la convalidación y reconocimiento en la UE».
La FEHM critica que sin contar con esa seguridad y con un trabajo en pleno proceso, «se plantee la apertura parcial de establecimientos hoteleros».
Las patronales reivindican que se garantice la supervivencia de las empresas turísticas permitiendo extender los beneficios aplicables durante el periodo de fuerza mayor más allá de que se levante el estado de alarma, como las bonificaciones de la Seguridad Social.
«Seguimos sin tener garantizada la protección a las empresas incluso a pesar de los acuerdos marco alcanzados entre patronales y sindicatos tanto a nivel nacional como en Baleares», advierten.
Sobre estas medidas, advierten: «No atenderlas sería una irresponsabilidad suprema porque, por mucho que queramos evitarlo, se va a destruir tejido empresarial si no se ayuda a las empresas. Quizá nos encontraremos pronto que en lugar de ERTE habrá ERE e incluso habrá quien no tenga otra opción que declarar el preconcurso de acreedores».
Detallan que las empresas hoteleras soportan la carga impositiva sin ingresos y, quienes ya habían iniciado la temporada, han prestado servicios e incurrido en costes que no han visto compensados porque algunos turoperadores no han pagado. «Esto es una reacción en cadena, si no nos pagan no podremos pagar a nuestros proveedores. Por eso hay que reducir carga tributaria y no solo aplazar sino condonar», reivindican.
Piden además tener ayuda de las entidades financieras, con periodos de carencia de 12 meses en la amortización de capital de las deudas hipotecarias y posibilidad de financiación.
Reivindican más participación de los sectores para ayudar a la toma de decisiones con una perspectiva amplia y de conocimiento que puede aportarse desde la realidad empresarial porque creen que «este plan de desescalada genera una enorme confusión».
La FEHM y ACH insisten en la importancia de saber cómo proceder a la apertura y hacerlo en condiciones antes que cuándo hacerlo.
«Hay que proteger al sector y plantear una desescalada real y efectiva en base a restablecer la confianza y eso, sólo será posible, si se trabaja de forma coordinada, en paralelo, con visión europea, con medidas de seguridad reconocidas y validadas y con test masivos» concluyen.