Que los casos graves de pacientes de COVID-19 son cada vez menos no sólo lo dicen las estadísticas, también lo notan los hospitales. Son Llàtzer cerró este jueves la zona 2 de hospitalización de pacientes de coronavirus con doce camas que incluye cuatro unidades de UCI que ahora podrán volver a ocupar, en caso de demanda, otro tipo de enfermos. Es lo que se conoce como una unidad limpia.
Antes de la pandemia ésta era el área de cirugía media ambulatoria que posteriormente se convirtió en zona COVID para ampliar la disponibilidad y poder ingresar a más pacientes. El personal que la atendía trabaja ahora en Urgencias. Dentro de la planta siguen activas cuatro camas de UCI aunque ya no se destinan a pacientes de coronavirus.
Este centro sanitario se organizó con 31 plazas de UCI en tres unidades diferenciadas. Durante el pico de contagios Son Llàtzer llegó a registrar más de un 80 % de su ocupación y tuvo que derivar pacientes leves a otros hospitales y al hotel medicalizado Melià Palma Bay.
Este jueves había 13 enfermos críticos en dos unidades, la grande con capacidad para 19, y una menor con 8 camas. La que ha quedado limpia tiene cuatro plazas más para otro tipo de pacientes. En el conjunto de Balears los pacientes ingresados por coronavirus en una UCI eran 79, una cifra que lleva al menos una semana en progresivo descenso, junto con la de hospitalizaciones, con una media de 3,5 pacientes menos al día.
En Baleares hay ahora 588 casos positivos activos de SARS-CoV-2. Este jueves se registraron 31 nuevos positivos y las notificaciones acumuladas llegan a 1.637 casos de los que 918 ya se han curado.
Por otra parte, fallecieron seis personas más, tres de ellos usuarios de residencias, y ya suman 131 personas que han perdido la vida a causa, o siendo portadoras, del coronavirus SARS-CoV-2.
Pendientes de los test masivos
La OMS ha propuesto tres requisitos para iniciar el desconfinamiento de los diferentes países: una transmisión controlada y baja, minimizar los riesgos en residencias y entre sanitarios y detectar los contagios con pruebas masivas.
Los test poblacionales se convierten pues en el gran escollo para volver a la normalidad. El portavoz del comité de coronavirus, Javier Arranz, aseguró que ya se detecta rápidamente a personas con síntomas y se las aisla pero «hay que ir un poco más allá» . La Unión Europea UE «pide detectar, hacer pruebas y descubrir a los asintomáticos ampliando el estudio a gran parte de la población», algo que todavía sigue pendiente.
El SATSE exige que se haga el test a todos los sanitarios
El Sindicato de Enfermería SATSE denuncia que los Servicios de Prevención de Riesgo Laborales del IB-Salut no realizan test a muchos profesionales sanitarios que han tenido un contacto estrecho con pacientes de COVID 19, o si los síntomas que presentan son leves.
Según el SATSE, además, tampoco se están realizando estudios de contactos a los profesionales contagiados. El sindicato pide que se haga un cribaje masivo como el que se está realizando en algunas residencias.
Sant Joan de Déu
Por otra parte, los profesionales sanitarios de los hospitales Sant Joan de Déu de Balears han ideado una manera de humanizar su trabajo y «para que nuestros pacientes de las unidades COVID-19 puedan poner cara a los profesionales que les atienden cada día», aseguran desde las redes sociales, se identifican son su propia fotografía y su nombre sobre su Equipo de Protección Individual (EPI).
La iniciativa ha sido muy aplaudida. «Queremos que nuestros pacientes vean la sonrisa de quienes les atienden y les cuidan», aseguró la enfermera especialista en geriatría, Isabel Román.