La práctica totalidad de los casos positivos activos actuales de coronavirus en Baleares corresponden a grupos de población muy específicos: personal sanitario y sociosanitario, así como usuarios de residencias. Así lo ha confirmado el portavoz del comité autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz, en una comparecencia este lunes para analizar las novedades de la gestión de la COVID-19 en las Islas.
La cita diaria, que ha empezado un poco más tarde de lo habitual, ha arrojado datos reveladores, como que el noventa por ciento de los contagiados pertenecen a estos grupos puesto que son los más expuestos a la enfermedad, y también los más vulnerables en el caso de la gente mayor.
Ya se ha dicho que las residencias de ancianos son uno de los principales puntos en los que las autoridades sanitarias mantienen la atención, y la buena noticia es que no se han registrado en las últimas horas novedades importantes.
Recordemos que la Conselleria de Salut intervino dos residencias de ancianos de Mallorca especialmente afectadas por la COVID-19. La residencia Reina Sofía de Ibiza, con once contagios, 10 positivos activos y un fallecimiento, es objeto de vigilancia, aunque de momento parece que no se va a intervenir, puesto que, entre otros factores, no hay ningún trabajador afectado.
Este hecho, según Arranz, garantiza que «el trabajo se puede hacer de forma adecuada». En estos casos la intervención, ha dicho, se hace «por razones clínicas, para seguimiento de los afectados, y reforzar la labor de los trabajadores para que sigan adelante las labores básicas de atención». Por su parte, las residencias de discapacitados no presentan novedades.
Asimismo, el alto nivel de contagio de coronavirus del personal sanitario, de casi un 20 por ciento del total de infectados, es relativamente normal. Arranz ha apuntado que no debe extrañar que estos «sean los que primero se infectan, es el riesgo de todos los que trabajan en la atención de personas enfermas».
Entre las causas que explican este fenómeno, ha dicho Arranz, hay que situar «por supuesto la falta de material adecuado». También «el uso inadecuado, junto a la exposición a las fuentes de contagio fuera del ámbito sanitario», elementos todos ellos que pueden intervenir en la infección de los sanitarios por coronavirus. En todo caso ha ratificado que «obviamente son más de los que nos gustaría».