La crisis por el coronavirus tendrá un escaso impacto sobre el valor de las propiedades inmobiliarias en Mallorca, según un reciente análisis de la inmobiliaria alemana Engel & Völkers.
La multinacional estima que la COVID-19 reducirá la cantidad de transacciones inmobiliarias en los próximos meses, y ello provocará posteriormente un descenso en el movimiento general del mercado inmobiliario en la región, pero «los registros históricos de los precios medios indican que se notará muy poco cambio en el valor de las propiedades».
Para la compañía, esto se ve corroborado por factores como «una disponibilidad muy escasa de terrenos edificables y un déficit agregado en vivienda de 16.000 unidades». También contribuye al mantenimiento de precios el papel del comprador extranjero, con una importante cuota en el mercado de Mallorca, con especial incidencia en la compra de segundas residencias.
En cambio, la inmobiliaria reconoce mayor preocupación por la conducta del mercado local durante los próximos meses, debido al impacto en las tasas de paro o la industria turística, que frenarán el mercado de primera vivienda. A pesar de ello, consideran que «se trata sólo de una situación transitoria» y que «pronto se recuperará la demanda local de viviendas, impulsada por la escasez de oferta, el aumento de la población y una industria turística que se recuperará».
Comportamiento en la última crisis y similitud con China
Entre otras consideraciones, la inmobiliaria ha examinado el comportamiento del mercado inmobiliario balear en la última crisis, basándose en datos del Ministerio de Fomento. «Los precios permanecieron sorprendentemente sólidos y en su mayor medida no se vieron afectados», han recalcado.
Con estos datos, la empresa también ha observado que «en comparación con la volatilidad de los mercados financieros, los inmuebles en Mallorca, Ibiza, Menorca y Formentera siguen una progresión constante».
Asimismo, la multinacional aprecia «una interesante similitud» entre el comportamiento del mercado en China y en Mallorca. Según explica, en el país asiático, mientras otros sectores como las ventas de coches o la actividad hotelera se desplomaron más de un 90 por ciento con el confinamiento, la actividad inmobiliaria «pudo mantenerse a un nivel reducido».
En este sentido, Engel & Völkers apunta que en las Islas el mercado «sigue produciendo un número reducido de nuevas ventas» y los compradores «no muestran signos de pánico al mantener sus compromisos contractuales».
El interés permanece estable
Según la inmobiliaria «el interés permanece estable» y los demandantes de propiedades «desean regresar a Baleares en cuanto esta situación haya terminado». De hecho, el brote de coronavirus, a pesar del impacto negativo en los mercados, «generó un rápido incremento de la inversión inmobiliaria registrada» en sus oficinas en Baleares.
Para la compañía alemana, «todo indica que el deseo de adquirir o alquilar una vivienda en Baleares es más fuerte que la preocupación de una pandemia como la de COVID-19».
Igualmente, la inmobiliaria ha expresado su confianza la capacidad de las empresas de las Islas y de las autoridades locales para adaptarse a las nuevas condiciones. Además, ha añadido que la protección del medio ambiente «también tendrá un efecto positivo en el mercado inmobiliario balear, y se convertirá en un factor cada vez más determinante en los nuevos proyectos».