La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, ha anunciado este miércoles una partida de 2'8 millones de euros para reforzar los servicios sociales de los ayuntamientos ante la crisis del COVID-19, para «que nadie se quede atrás».
En una rueda de prensa por vía telemática, Cladera ha señalado que dos millones de esta inversión a consistorios corresponden a parte del superávit generado por la institución mallorquina en 2019, mientras que los 800.000 euros restantes provienen del Fondo de Contingencia anunciado por el Estado y que el Govern balear pone a disposición del Consell insular.
La presidenta ha recalcado la necesidad de destinar «de manera inmediata» esta partida a los gobiernos locales porque «una de las principales preocupaciones de los alcaldes es cubrir las necesidades sociales» de los residentes durante el estado de alarma.
Ha comentado que, con esta inversión, los consistorios podrán ayudar a cubrir las necesidades de alimentación, ropa y asistencia a domicilios para ayudar a las familias mallorquinas más vulnerables.
Cladera ha subrayado que, a diferencia de otras crisis, es «muy importante» que las administraciones públicas ayuden en esta situación y ha instado por «empezar a pensar en la reconstrucción socioeconómica» tras la emergencia sanitaria.
Ha asegurado que la entidad insular mantendrá las inversiones previstas para este año, siendo una de ellas el plan de Obras y Servicios con la dotación prevista para 2020 para que los consistorios puedan elaborar obras en sus municipios.
En el próximo pleno insular, Cladera dará a conocer el superávit correspondiente al pasado ejercicio, estimado en 27 millones de euros y que la dirigente socialista quiere destinar a políticas sociales tras la crisis sanitaria, tal como ha indicado.
Con el objetivo de posibilitar la reestructuración social y económica de los ayuntamientos ante el COVID-19, la presidenta insular ha destacado que se deben liberar las reglas fiscales «tan estrictas del Pacto de Estabilidad» así como los remanentes acumulados por las entidades locales, que en Mallorca superan los 500 millones de euros.
Además, ha desmentido que haya salmonelosis en el polideportivo de San Ferran de Palma, que ha sido habilitado para acoger a 50 personas sin hogar durante el estado de alarma por coronavirus. Ha aclarado que el último control se realizó el pasado 28 de febrero y que no se registró la presencia de esta bacteria en el recinto.
Durante su comparecencia, ha recordado que el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) ha habilitado una planta de la residencia para personas mayores de la Bonanova para ingresar a personas que no sufran coronavirus, una de las medidas de contingencia puestas en marcha por el Consell para ayudar a las familias durante el estado de alarma.
Cladera, en referencia a la construcción económica que se tendrá que afrontar tras superar la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus, ha afirmado: «Hemos hablado con los ayuntamientos, necesitamos flexibilizar las reglas fiscales y recuperar los remanentes».