«Baleares está dispuesta a ser solidaria con las comunidades que estén en peor situación. Ahora no hay demanda pero si hay que hacer el esfuerzo, se hará». Así de contundente se mostró el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, después de que el Ministerio de Sanidad reiterase que no se descarta «en absoluto» el traslado de pacientes entre comunidades para reducir la presión en las UCI provocada por la pandemia del coronavirus.
La capacidad para acoger a pacientes críticos de Baleares está ahora a la mitad, sin embargo son enfermos de larga duración, que están hospitalizados entre dos o tres semanas, por lo que el nivel de ingresos puede ser mayor que el de altas, de ahí la previsión en tener disponibilidad. A la cesión de camas privadas, el Govern balear le añadió 173 plazas para enfermos graves en los hospitales públicos, fruto de los diferentes planes de contingencia.
Este martes, había 95 personas ocupando una UCI en las Islas, lo que supone el 10,6 % de los casos activos contabilizados que eran 915. La cara amable de la jornada la dejaron los cinco pacientes que se encontraban en las unidades de cuidados intensivos que ya han sido extubados y se les ha retirado la respiración asistida debido a la mejora en su estado clínico.
Respecto al recuento diario de casos con coronavirus SARS-CoV-2, Salut informó ayer de que Balears ha acumulado 1.069 positivos, 69 más que el día anterior, lo que representa un incremento del 6,9 % cuando hace una semana se registraban aumentos del 20 % en los nuevos casos.
Hasta el momento se han curado 111 personas y han fallecido 43, cinco de las cuales se certificaron ayer a pesar de haberse producido en días anteriores. «Las confirmaciones se registran una vez se han revisado los expedientes clínicos de los pacientes y se ha contrastado la causa de las muertes para que no quede ninguna duda del motivo que las ha originado», explicó Arranz. Por este motivo, hasta ayer no se notificaron los fallecimientos de dos mujeres en el hospital Son Llàtzer y tres hombres en Sant Joan de Déu que en realidad se produjeron del viernes al domingo pasado. Y ayer, además, se lamentó un nuevo deceso, el primero ocurrido en Menorca.
Desaceleración
A pesar del leve repunte de nuevos casos ayer respecto a los del fin de semana, en Balears se mantiene una tendencia desde hace sietes días en el que el ritmo de multiplicación de los contagios baja de forma paulatina. Si el día 22 los casos se multiplicaban por tres cada cuatro días, lo que hizo que se elevaran de poco más de 100 a más de 400 de forma muy rápida, el dato de ayer sólo multiplicaba por 1,41 al de viernes. El objetivo es llegar a una tasa de multiplicación de uno, lo que equivale a que no se suman nuevos casos. A nivel nacional la bajada de este indicador es más suave que la que se registra en Balears y está en 1,47.
El ritmo de descenso en las Islas de este multiplicador se ha acentuado en los últimos días. Mientras la semana pasada se llegaron a sumar entre ochenta y un centenar de nuevos casos detectados cada día, el ritmo se ha ralentizado. Mientras el jueves 26 se habían duplicado en cuatro días, ahora el ritmo es más lento.
La tendencia es sostenida y, aunque los casos contabilizados no reflejen el número real de personas, como las limitaciones en el número de pruebas realizadas no han cambiado, si se refleja un descenso consolidado en la rapidez con la que se expande. La cuestión cambiaría si se extiende el número de pruebas y se dectectan casos ahora ocultos.