Este martes se cumple el día 17 del estado de alarma por la pandemia provocada por el coronavirus. Todo ha cambiado. También los conceptos y las palabras. Palabras que, en algún caso, parecen tener significados diferentes a los que hasta ahora parecían los habituales. Los que siguen, son algunos de los vocablos del nuevo diccionario al que se ha ido acostumbrado la ciudadanía.
ALARMA. Pasaba por ser un aviso o señal. Ahora, acompaña a la palabra estado. Así: Estado de alarma. Lo anunció el presidente del Gobierno el 13 de marzo, se aprobó al día siguiente y ayer se cumplió el 16. Es la segunda fase, pero la Moncloa podría ampliarlo. Poca gente sabía hasta hace muy poco que el artículo 116 de la Constitución regulaba el estado de alarma.
BALCÓN. Viene a ser la calle que un día pisaremos y, cada día a las 20 horas, es también un espacio para mostrar solidaridad y un ensayo general para futuras manifestaciones. Algunos balcones, y eso se ve en cualquier calle de Palma con independencia de la zona, también han alcanzado la categoría de estudio de música con dj ocasionales. El lado negativo es que, desde algunos balcones, también se abronca a la gente que ha salido por motivos justificados.
CURVA. Es la tendencia que sigue la evolución de la COVID-19 y describe cómo se llega al pico de contagios. Antes, cuando alguien decía curva podía estar pensando en un tramo de una carretera que dejaba de ser recto, bien para girar a la izquierda o a la derecha. Ya no.
DISTANCIA. También en plural. Guardar las... Decir que hay que guardar las distancias equivale, desde que comenzó el estado de alarma, al espacio (mínimo de un metro) que hay que respetar con cualquier otra persona. Tanto si vas por la calle como si esperas turno para comprar o hacer una gestión.
ERTE. Sigue significando lo mismo que antes del inicio de la pandemia pero ahora hay mucha gente más afectada y lo siente más próximo. Son las siglas de Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Miles de empresas se han acogido a un ERTE.
FARMACIA. Significa los mismo que siempre pero se la ve de otra manera. Son unos de los establecimientos que tienen que permanecer abiertos durante el periodo del estado de alarma. Según datos de la Conselleria de Salut del 20 de marzo de este año, en Balears hay 182 farmacias.
GOTÍCULA. Era una palabra que casi nadie utilizaba. Son las pequeñas partículas o gotitas que quedan en el aire cuando alguien estornuda o tose. Y por eso se recomienda utilizar mascarillas en determinados casos.
HÉROES. Los héroes –y las heroínas– ya no vuelan ni llevan capa. Pero sí batas y mascarilla. Los héroes y heroínas de estos tiempos son ahora quienes forman parte del personal sanitario y de los servicios sociales. Precisamente, los primeros aplausos de los balcones (V. BALCÓN) empezaron para reconocer el trabajo de esos sectores.
INTERIOR. La gente se tiene que quedar en casa y eso ha ayudado a descubrir los interiores. En un doble sentido: de un lado sus propias casas y, de otro, la vida interior. Al salir menos, hay más tiempo para pensar y reflexionar.
JUNTOS/AS. Ahora no está permitido salir en grupo. La gente estaba acostumbrada a la vida social. De hecho, antes de hablar de confinamiento se insistió mucho en el concepto de ‘distanciamiento social'. Volver a salir juntos o juntas es el sueño de mucha gente.
LIBROS. No se pueden comprar libros de papel en las librerías porque están cerradas pero sí en formato electrónico y servicios de mensajería. Hay muchos libros que pronosticaron momentos como el que ahora se viven. Eran distopías; que es otra palabra que empieza por D y que ha alcanzado un significado que antes no tenía.
MASCARILLA. Son de diferente tipo. Desde las más simples (las quirúrgicas que utiliza el personal sanitario, cuando las tiene) a otras más perfeccionadas. Se recomienda el uso de la mascarilla para ir por la calle aunque la OMS insiste en que hay que reservarlas para personas contagiadas o para quienes tienen trato con ellas. Antes del estado de alarma, las farmacias habían colgado avisos de que ya no quedaban mascarillas y que se habían agotado.
NIÑOS/AS. Días antes de que se declarara el estado de alarma, se había decretado ya el cierre de los colegios. Los niños y las niñas prácticamente han desaparecido de las calles como si se lo hubiera llevado el flautista de Hamellin del cuento. Están en sus casas y descubren nuevos mundos.
PERRO. Es otro de los grandes símbolos de los días del estado de alarma. Cuando el presidente del Gobierno explicó el estado de alarma y los límites de confinamiento, se le ocurrió poner como ejemplo que se podría sacar el perro. En las calles de Palma y de la Part Forana de Mallorca (igual que las calles de otras Islas y de todas partes) se ve a mucha gente con uno o varios perros. Tanto por la mañana, por la tarde o después de anochecer.
QUIOSCO. Los quioscos donde se venden revistas y periódicos siguen –y seguirán– abiertos. La información es un servicio esencial. Los periódicos, además de adquirirse en quioscos, también se compran en estancos y papelerías. El quiosco de Es Born de Palma es uno de los pocos lugares abiertos en esa zona y el otro día el quiosquero contaba la extraña sensación que eso le producía.
REDES. Por ejemplo Twitter, Facebook, Instragram y otras. Las redes sociales ya vivían su apogeo antes de la COVID-19. Pero ahora ha aumentado su utilización. El pasado domingo, cuando se publicó el BOE, el texto del decreto que detallaba las nuevas condiciones del estado de alarma y qué actividades serían esenciales, el BOE se hizo viral.
SUPERMERCADO. Los supermercados fueron los primeros centros comerciales donde empezó a detectarse (antes, incluso, de la declaración del estado de alarma) que las cosas iban a cambiar. Hace algo más de quince días hubo grandes aglomeraciones en supermercados y grandes superficies. El carrito lleno y el papel de váter fueron las primeras imágenes de lo que se avecinaba. Luego se tomaron medidas (V. DISTANCIA).
TELETRABAJO. Lo que tenía que ser el inminente futuro, ha pasado a ser el presente inmediato. Las empresas donde es posible su aplicación, han empezado con el teletrabajo. No hay ninguna ley que regule el teletrabajo en España y ha habido que improvisar. En algunos países se recoge el concepto de ‘desconexión', es decir los límites a esta actividad laboral.
UNIFORMADOS. Las policías Nacional y Local patrullan más que nunca por las calles. En algunos casos (ha sucedido en algunos municipios de Mallorca) hay policías locales que se dedican a cantar o a tocar algún instrumento. El En Joan Petit de la policía de Algaida llegó hasta los EEUU. En las ruedas de prensa que da el Gobierno aparecen, a veces, militares junto a ministros y ministras.
ZOZOBRA. Es la palabra que nadie quiere pronunciar. Cierra el diccionario por ese motivo.