Consultas médicas por privado en Facebook. El doctor, José Manuel Valverde, médico de atención primaria del Pont d'Inca y vicepresidente del Colegio de Médicos ha puesto en marcha esta posibilidad durante el estado de alarma: «Algunos de mis pacientes me comentaban que era imposible contactar conmigo y las líneas deben estar supersaturadas. Se me ocurrió la locura de ofrecer a través de mensaje privado por Facebook que contactaran conmigo. Ha ido de forma espectacular, desmesurada con hasta 3.000 ‘me gusta'». Cada día recibe sesenta o setenta consultas por la red social. «Muchos de mis propios pacientes han conseguido ponerse así en contacto conmigo», señala y también hay gente que se le ha hecho ‘amiga' «de un día para otro».
Valverde explica que en primaria la atención se presta ahora prioritariamente por teléfono. Cada médico atienden hasta setenta llamadas en una jornada y en su centro, cada día, se cursan tres centenares. «Los primeros días fueron horrorosos», señala. Así, probó con las redes como otro canal más. La mayoría de las consultas tienen que ver con el virus: «Casi siempre son síntomas vanales y miedo, hay mucho miedo». Recuerda que cualquier resfriado común, «cualquier gripecilla» se inicia con síntomas comunes al coronavirus, lo que desata los temores: fiebre, dolor de garganta o malestar general. «Muchas veces símplemente con hacerles la lista de síntomas, hacerles un chequeo o preguntar por el número de respiraciones por minutos basta. Si no es muy alta, si es normal, quiere decir que hay ansiedad».
También ha atendido a través de la red cosultas de personas contagiadas con coronavirus y que estaban en aislamiento domiciliario, en algún caso pendientes de que se les realicen pruebas para confirmar o no la presencia del virus. «Hay mucha ansiedad, mucho miedo, mucha angustia».
También surgen consultas de cada día. «Esto nos hace replantearnos la asistencia que estamos haciendo. Antes, gente con una artrosis de rodilla era capaz de venir cuatro veces al mes. Ahora la gente se lo está pensando más, viene mucho menos. Hay gente que ni siqueira quiere molestar o sobrecargar el sistema, que tiene una pregunta muy puntual y que por eso acude a Facebook en lugar de llamar a los teléfonos de la sanidad pública». Ese descenso se nota sobre todo en las urgencias: «Hay una cuarta parte de las habituales. Sigue habiendo infartos y de todo, pero por cosas menores que antes se consideraban urgentes están dejando de venir, que es muy de aplaudir, muy de alabar. La gente está siendo muy sensata».