«Las mascarillas FFP2 y FFP3 son de uso individual y se reutilizarán durante todo el turno», reza una instrucción interna sobre los equipos de protección individual en el Hospital Son Llàtzer. «Después de cada uso se pasará una gasa impregnada en alcohol de 70º por la superficie del borde interior de la mascarilla y se guardarán en una bolsa transparente con cierre hasta su próximo uso».
Los sanitarios deben racionalizar los recursos y ante su acuciante escasez desinfectan y reutilizan las mascarillas que mejor protegen. «Y después de dejarla en alcohol pillas un buen colocón», aseguran. Los trabajadores de Son Llàtzer formalizaron ayer un documento para quejarse ante la gerencia por la bajada de seguridad en los protocolos. Y algo similar sucede en algunos centros de salud como el de Arquitecto Bennàssar donde las mascarillas, de menor grado de protección, se tienden dentro de las consultas.
Por su parte Salut aseguró este martes que ya había llegado una partida de material, básicamente mascarillas y equipos de protección individual, y que esperaba otro avión del Ministerio.
Baleares comprará material
El portavoz del comité autonómico de coronavirus, el doctor Francesc Albertí aseguró además que «se hacen gestiones para comprar material por nuestra cuenta».
Visto que la compra centralizada del Ministerio no termina de funcionar varias autonomías han optado por hacer sus propias adquisiones.