La tasa de escolarización universitaria de Baleares (porcentaje de población universitaria de 18-24 años respecto a la población total de esa franja de edad) es, con diferencia, la más baja de España y tres veces menor que la media estatal.
Concretamente, la tasa balear es del 10,9 %, cuando la media estatal es del 32,1 %. La segunda comunidad con la tasa más baja es Castilla-La Mancha, con un 12,9 %, en cualquier caso dos puntos más que Baleares. Además de las dos comunidades mencionadas, sólo La Rioja, Canarias y Extremadura están por debajo del 20 %. Muy lejos están Madrid (48,6 %) o Castilla y León (40,1 %), las comunidades con una mayor tasa de escolarización universitaria.
Estos datos corresponden al informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español 2018-2019, el último publicado por el Ministerio de Universidades, y están relacionados con otro dato preocupante: el abandono escolar en las Islas supera a las incorporaciones a la Formación Profesional (FP) y a la universidad.
La UIB registra en los últimos cursos unas 4.000 nuevas matriculaciones en cada nuevo período académico, mientras que la FP incorpora en Baleares a más de 8.000 alumnos en sus grados básico, medio y superior. El abandono escolar está superando todo esos datos.
En Baleares, la población balear de entre 18 y 24 años no sólo presenta un bajo nivel universitario. Una cuarta parte de esta franja de edad tiene como mucho una titulación de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), no tiene estudios o no está realizando ninguna formación. Aproximadamente, unos 20.000 jóvenes de las Islas de ese tramo de edad se encontrarían en esa situación. El 19 % de los alumnos ya ni siquiera llega a 4º curso de la ESO y de los que siguen, entre un 12 y un 13 % no aprueba.
El abandono escolar en Baleares obedece a múltiples causas. Según diversos expertos, existen factores sociales, económicos y familiares, y la atracción de un mercado laboral de servicios que ofrece dinero rápido, pero también existen factores de abandono de tipo estructural en el propio sistema educativo que sólo se pueden corregir con medidas más inclusivas y de atención personalizada al alumno. También se reclama a las empresas, especialmente las turísticas y de servicios, que exijan más formación a los trabajadores que contratan. Sería una forma de reducir el abandono.
La FP puede resultar un itinerario formativo importante en Baleares, pues se adapta mejor a su realidad económica y laboral.