«El comercio se muere y nadie hace nada por remediarlo». Así lo denunciaba hace solo unos días la patronal del pequeño y mediano comercio Afedeco a través de sus cuentas en las redes sociales. No es la primera vez en los últimos meses que ponen de manifiesto esta situación, que califican de «agonizante» para un sector que, tras recuperarse de la crisis económica iniciada en 2008, pasa de nuevo por un escenario complejo.
A diferencia de hace una década, el problema del pequeño comercio no se debe en la actualidad a una recesión económica. Prueba de ello es que según las cifras mensuales que publica el Instituto Nacional de Estadística, el volumen de negocio del sector registra una evolución al alza. Sin embargo, las patronales Afedeco y Pimeco recelan de estos datos, pues argumentan que incluyen a todos los comercios, grandes y pequeños, por lo que «no reflejan la realidad» del comercio de proximidad. Así lo han indicado en varias ocasiones ambas asociaciones, de ahí su reivindicación de que se cree el Observatori Balear del Comerç, un organismo que han prometido desde el Govern pero que aún no se ha materializado.
Problemas
En los últimos años el pequeño y mediano comercio ha visto cómo se acentuaban una serie de dinámicas que suponen un problema para su continuidad. Los precios de los alquileres de los locales siguen escalando, la sensación de rebajas es constante, y el comercio online se ha convertido prácticamente en su principal competidor. Los hábitos de los consumidores cambian, algo de lo que son conscientes los empresarios, aunque sostienen que una mayor implicación por parte de las administraciones contribuirá a mitigar a su «delicada» situación.
Con el fin de visibilizar esta coyuntura, los equipos directivos de Afedeco y Pimeco trabajan en una serie de acciones para denunciar los motivos «que están llevado al sector comercial a la asfixia». Fuentes próximas a las asociaciones indicaron a este periódico que en las próximas semanas se darán a conocer las medidas concretas que se van a emprender para denunciar el malestar del sector.
En la última semana, las patronales han compartido a través de las redes sociales imágenes de las calles comerciales de Palma con varios comercios cerrados con carteles de ‘se traspasa' y barreras bajas a media tarde entre semana. También han compartido fotografías de venta ambulante ilegal en los alrededores de la Catedral y en la plaza Major.
Las patronales han visitado los comercios de la ciudad y según indican, «todos coinciden en que están agonizando».