Mallorca despidió ayer al pastor anglicano Allen Graham, originario de Banbridge (Irlanda), un hombre que dedicó su vida a la caridad respaldado por muchos voluntarios, que no solo creían en su misión evangélica, sino también en el trabajo que desempeñaba.
En 1992 creó Allen Graham Charity 4 Kids, una fundación que trabaja, desde sus inicios, para ayudar a transformar las vidas de los jóvenes y niños más vulnerables de Mallorca. «Allen ha fallecido mientras dormía. Te echaremos mucho de menos. Nadie habría imaginado tener a un marido tan bueno, amoroso y con un corazón enorme», compartió su mujer, Rosemary Stone Graham, en redes sociales para dar la trágica noticia a amigos, asociaciones y particulares del fallecido.
La fundación continúa su lucha humanitaria para que los más desfavorecidos tengan la oportunidad de conseguir un futuro digno. Ha realizado proyectos sociales y ha recaudado fondos para ayudar a centenares de niños, muchos de ellos atendidos en alguno de los 27 centros residenciales en la Isla. La mayoría han sido maltratados o abusados.
Graham estuvo vinculado a la iglesia evangélica de Santa Ponça, dirigida a la comunidad inglesa, que también ha recibido esta noticia con tristeza.