La Federació d'Associacions de Pares i Mares d'Alumnes (FAPA) de Mallorca ha cumplido 40 años. Fue el 25 de mayo de 1979 cuando la FAPA se constituyó con una veintena de asociaciones de padres y madres de alumnos (apimas) de toda la Isla. Ahora son 198, en su mayoría de centros públicos, pero también de algunos concertados.
Su actual presidente, Albert Lobo, explica que «ésa era una época, tras el franquismo y con los primeros años de democracia, de nacimiento de movimientos asociativos a nivel general: vecinos, sindicatos, ecologismo…
Las asociaciones de padres y madres no fueron una excepción y consideraron que era necesario unir esfuerzos en el nuevo contexto social y político, y crear una federación insular. En 1990 se creó la Confederació d'Associacions de Pares i Mares d'Alumnes de Balears, que unió a todas las Islas».
Marina Valldeperes, de la apima del Col·legi Ciutat de Màlaga, fue la primera presidenta de la FAPA. En 1979, no hubo ningún problema para que una mujer fuera la primera presidenta.
En la primera reunión de la junta ya había una representación del STEI y del rector de sa Indioteria, barriada del local que sigue siendo sede la FAPA. Lobo señala que «las asociaciones de padres y madres de aquella época se dedicaban, entre otras actividades, a la alfabetización de adultos en los barrios y participaban de las diferentes luchas vecinales.
Ya tenían claro que su labor iba más allá de las aulas. Y también promovieron reivindicaciones en favor del catalán».
Con sólo cuatro meses de vida, en septiembre de 1979, la FAPA ya organizó una manifestación en Palma a la que, según la prensa de la época, acudieron 3.000 personas. La FAPA reclamaba 128 docentes más para la Isla y 6 millones de pesetas para transporte escolar.
Lobo destaca que «curiosamente, las reivindicaciones sobre ratios y transporte escolar continúan en la actualidad. El curso 1978-79, habían trabajado en Mallorca 1.790 docentes y se habían reducido en diez para el curso 1979-80.
El ministro de Educación de la época, José Manuel Otero, informó a la delegación provincial que con ese número de docentes era suficiente. También se informó de que 300 alumnos no podrían acceder la enseñanza pública, por lo que deberían entrar en colegios privados, donde había aulas con 60 estudiantes. También ya había reivindicaciones de los maestros de Preescolar, como ahora con la etapa de 0-3 años».
Para el presidente de la FAPA, «en estos 40 años, las familias han demostrado que son parte fundamental de la educación desde la etapa de 0-3 años, pero su consideración como una voz propia y organizada sufre muchas trabas. A raíz de la LOMCE, actualmente en vigor, tenemos voz, pero no voto, en los consejos escolares. Pero si no hay dinero en un centro, actuamos como banco. Antes de la LOMCE, sí teníamos voto. Esta situación debería cambiar, pues otros sectores de la comunidad educativa no se hacen eco de nuestras reivindicaciones. También los alumnos deberían tener voto».
Finalmente, respecto a la educación actual en Mallorca, Lobo ve como principales problemas, en un marco de déficit de financiación, «el incremento continuo de la población escolar, los problemas de transporte y la ampliación a la idea educativa de cuestiones como la equidad, la inclusión, la diversidad funcional y sexual, la coeducación y el mundo digital. Y en la FAPA, siendo voluntarios, nos ocupamos de todos estos temas».