La banca cooperativa Cajamar ha participado en el Foro de Innovación y Tecnología Turística (FITURTechY), espacio showroom que recrea cómo serán los hoteles del futuro, en el que los profesionales del sector han conocido de primera mano las últimas innovaciones y de qué tecnologías disponen para el desarrollo sostenible de sus negocios, adaptándose a las demandas de los viajeros.
El director territorial de Cajamar en Baleares, Jaume Julià, ha explicado el compromiso y vinculación de Cajamar con la industria turística balear, y en concreto ha expuesto sus líneas de inversión para proyectos sostenibles a largo plazo y la financiación para la modernización de las antiguas instalaciones, «ya que la sostenibilidad será una de las bazas del sector turístico balear para competir con otros destinos, adaptándose a las nuevas demandas de la clientela».
En el marco de su compromiso con el desarrollo sostenible, Cajamar respalda financieramente los proyectos turísticos que apuestan por la sostenibilidad y que invierten en los llamados ‘tres ceros' -kilómetro cero, dióxido de carbono cero y residuo cero-, a través del uso de energías renovables, de la reducción de residuos de plástico de un solo uso, del consumo de agua, y de la eliminación del papel y del desperdicio alimentario. Asimismo, para contribuir a facilitar la movilidad de los clientes de alojamientos turísticos, ofrece el renting de coches ligado a la reserva de hotel.
Previsiones positivas para Baleares
La Wellcome & VIP Área Cajamar ha servido de punto de encuentro para empresas expositoras, profesionales y ponentes de los distintos foros organizados, en los que representantes relevantes de la industria turística han compartido sus experiencias sobre cuatro grandes bloques temáticos: el negocio, el futuro, la sostenibilidad y el destino.
El presidente de la Asociación Hotelera de Palma y Cala Major y consejero delegado de Morgana Group, Javier Vich, ha compartido su visión sobre la situación y perspectivas del sector: «Palma es un destino turístico consolidado, por lo que las previsiones van a ser positivas, similares a las de 2019. Es previsible que se beneficie de la mejora del mercado turístico español y del nuevo Palacio de Congresos». Además, ha recordado que «los retos son mejorar en la temporada de invierno y la sostenibilidad del sector turístico, tanto en lo económico, social y medioambiental». Y en este sentido, alineados con el Ayuntamiento para hacer de Palma un destino más sostenible, ha subrayado que «en el sector hemos invertido en ahorro energético y de agua, y ahora estamos trabajando para implantar la economía circular».
En esta misma línea, Pablo Riera-Marsa, consejero delegado de Sea Club Resort, explica que la sostenibilidad es una realidad que los clientes tienen asumida y demandan. «Las empresas hoteleras debemos contagiar de la importancia de la sostenibilidad al equipo y a los clientes. Desde nuestra cadena hotelera hemos invertido en geotermia, en recuperación del calor en cocinas, consiguiendo reducir el pasado año en un 70 % el consumo de gasoil. Ahora estamos apostando por la energía fotovoltaica y la eliminación de plásticos». Asimismo, ha destacado que el sector turístico balear ha aprovechado los últimos años de bonanza para invertir y modernizar sus instalaciones, «por lo que afrontamos el futuro preparados y con conocimiento, porque la sostenibilidad va a marcar la próxima década».
Por su parte, Rafael Roig Grimat, presidente de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) y gerente de Roig Drive Mallorca ha señalado que el sector turístico en Baleares está en una situación de incertidumbre por la quiebra de Thomas Cook y la recesión alemana, ya que no se sabe quiénes van a ocupar la detracción del turismo alemán. «No obstante, las perspectivas son positivas, el sector está invirtiendo en innovación y en ofrecer servicios de calidad», ha dicho. Y en esta línea ha reiterado que «la calidad y seguridad en los servicios que ofrecemos en nuestro subsector, el del transporte, es fundamental para el turismo, ya que somos el primer contacto que el turista tiene cuando llega a Baleares».