El Govern balear ha entregado a los descendientes los restos recuperados de una fosa común de la sindicalista Juana Baño, asesinada por milicias fascistas en octubre de 1936, a quien ha rendido este domingo homenaje con un acto en el Muro de la Memoria del cementerio de Palma.
Juana Baño, militante socialista y de la UGT, fue asesinada con 50 años por represores franquistas y su cuerpo, dejado primero junto a la carretera Palma Calvià, fue enterrado en una fosa común del cementerio de esta última localidad.
En octubre de 2018, 82 años después de su muerte, los investigadores de la Sociedad Aranzadi que realizan por encargo del Govern las exhumaciones de fosas para localizar a víctimas de la Guerra Civil y en franquismo que permanecen desaparecidas encontraron sus restos y acabaron identificándolos al contrastarlo con el ADN de sus descendientes.
Estos restos fueron entregados este sábado en un acto privado a sus familiares, algunos de los cuales han participado este domingo en el homenaje a Juana y a su pareja, Ramon Fuster, que desapareció junto a ella y que, con 42 años, fue asesinado por milicias fascistas el 11 de octubre de 1936.
Fue localizado junto al muro del cementerio de Palma donde se ubica actualmente el monumento en memoria de las víctimas de la represión franquista y está enterrado en una fosa común del camposanto municipal.
«Días como este dan sentido a nuestro trabajo», ha señalado en el homenaje la presidenta del Govern, Francina Armengol, para quien «cada víctima identificada da esperanza a las familias que aún buscan respuestas y dignifica» la democracia. La presidenta ha señalado después en su cuenta de Twitter que, «83 años después, Juana descansa al lado de su hermana y su querido Ramon».
También ha participado en el acto la consellera de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro, que ha resaltado que los procesos de exhumación e identificación llevados a cabo por el Govern y la Asociación Memoria de Mallorca han permitido hasta el momento la identificación de 21 víctimas del fascismo enterradas en fosas comunes.
Los últimos identificados son Miquel Marquet Perelló, de Pollença, que estaba enterrado en Marratxí, y Joan Ferrá Ferrà, de Puigpunyent, cuyos restos se localizaron en la fosa común de Calvià.