El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha avalado la continuidad del proceso de puesta en marcha de las nuevas concesiones de autobús por carretera de Mallorca, al desestimar la petición de suspensión del mismo que había sido planteada por una de las empresas que no ha resultado adjudicataria.
Según han informado desde el Govern, después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (Tarco) resolviera, en octubre, inadmitir o desestimar los recursos planteados, se completó la firma de los contratos con las empresas o UTEs adjudicatarias de cada uno de los tres lotes. Ahora, se está preparando el servicio para su puesta en marcha en noviembre de 2020.
Así, explican que durante la fase de firma de los contratos, una de las empresas excluidas presentó un recurso ante el TSJIB y pidió, como medida cautelar, la suspensión de la puesta en marcha de las concesiones. La Sala, en un auto hecho público este diciembre, ha desestimado la petición de suspensión.
En el escrito del TSJIB, se destaca que se debería dar «una vulneración flagrante» del ordenamiento jurídico o «unas consecuencias irreparables» para el recurrente en caso de que finalmente se resolviera el recurso a su favor y entiende que no se dan ninguna de estas dos circunstancias.
Desde el Govern, explican que, entre otros aspectos, las mejoras de las nuevas concesiones incluyen el incremento de más del 50 por ciento de la oferta de frecuencias; que se pase de 10,9 millones a 16,5 millones kilómetros anuales recorridos; y que se pasa de 360.000 a 550.000 frecuencias anuales.
Además, también se llevará a cabo la renovación total de la flota con 220 buses nuevos. Del total de la flota, 217 serán vehículos con propulsión sostenible. De estos, 197 son de gas natural comprimido, nueve son eléctricos, nueve son híbridos-eléctricos y dos vehículos son híbridos GNC. Solo tres buses se mueven con diésel.