Las diferencias entre el Govern y las distribuidoras han estancado o ralentizado el despliegue de la red de gas natural en Mallorca. Las últimas propuestas del Ejecutivo para ampliar la red no han sido del agrado de las suministradoras, que defienden que antes de llegar a los núcleos pequeños hay que llevar esta energía a las localidades más susceptibles de generar demanda.
En la actualidad, el gas natural llega a trece municipios. Además de Palma, están Marratxí, Manacor, Inca y otras diez localidades de la costa con establecimientos hoteleros, que son grandes demandantes de esta energía.
El Govern ha iniciado varias veces los trámites para extender la red al resto de la Isla, pero las suministradoras se han pronunciado en sus planes. No niegan que se deba llevar a Estellencs (poco más de 300 habitantes, en un lugar relativamente aislado) o Costitx (1.300 habitantes), pero creen que debe priorizarse llevarlo a otros puntos con más demanda como Santanyí o Pollença. Estas diferencias han provocado que el Govern retrase las nuevas autorizaciones para seguir con el despliegue de la red.
Presiones de la Part Forana
La demora en la construcción de la infraestructura ha motivado quejas en la Part Forana. El alcalde de sa Pobla, Llorenç Gelabert (PI), explica que se recientemente se reunió con el actual director general de Energia, Aitor Urresti, para pedirle que agilice la llegada del gas a su municipio. Gelabert señala que hay una lavandería que utiliza gasoil interesada en usarlo. «Tanto el propietario como los trabajadores y los vecinos lo quieren y nos han pedido que presionemos para que la red llegue hasta sa Pobla», dijo.
El gas natural no solo sale más económico al consumidor que el gasoil o el fuel –algo que repercute positivamente en la cuenta de beneficios de las empresas y las hace más competitivas–, sino que pese a ser de origen fósil también es más respetuoso con el medio ambiente.
El alcalde de Consell, el socialista Andreu Isern, asegura que también hay dos industrias ubicadas en el municipio interesadas en usar gas natural. «Estamos pendientes de que el Govern autorice la construcción de la acometida».
Recogiendo el malestar de los alcaldes, el PI presentó en el Consell una iniciativa que insta al Govern a dar «máxima prioridad» a desplegar el gas natural en la Isla. Todos los partidos votaron a favor.
El gas natural, mucho menos contaminante que los derivados del petróleo pero igualmente de origen fósil, está clasificado como una energía «de transición». Es decir, es la escogida para hacer el cambio hacia las energías renovables. ¿Tiene sentido, pues, construir una infraestructura para distribuir un gas que a priori solo se usará 20, 30 o 40 años? La respuesta es sí, ya que también podrá canalizar biogás o hidrógeno, que sí son energías renovables y verdes.