Baleares mantiene su posición como una de las comunidades para trabajar y prueba de ello es la evolución al alza de la población activa, es decir, la que se incorpora al mercado laboral bien con empleo, bien en su búsqueda. Sin embargo, en 2018 se estabilizó la llegada de trabajadores procedentes de otras comunidades del Estado. Así se desprende la estadística de ‘Movilidad en el mercado de trabajo en las fuentes tributarias' publicada el pasado martes 3 de diciembre por la Agencia Tributaria.
El pasado año se trasladaron a las Islas 8.290 personas asalariadas por motivos de trabajo desde otras comunidades. Representa solo un 4 % más de las que llegaron el año anterior, es decir, 318 trabajadores más. Se trata de la cifra de llegadas más alta desde el año 2008, justo al inicio de la crisis, como se aprecia en el gráfico adjunto. Sin embargo, en 2018 el número de trabajadores peninsulares se incrementó al menor ritmo desde 2014. En los últimos cuatro año se registraron porcentajes de crecimiento de asalariados de otras comunidades de dos dígitos.
Esta tendencia de ralentización en la llegada de trabajadores de otros puntos del Estado no es única de Baleares, sino que en el conjunto del Estado la movilidad laboral también creció al menor ritmo desde 2014. Un total de 147.174 asalariados españoles se mudaron el año pasado de comunidad autónoma, lo que supone un 3,3 % más que los 142.472 trabajadores que lo hicieron el ejercicio anterior. Se trata de un porcentaje inferior al registrado en las Islas.
Asimismo, Baleares se mantiene entre las pocas comunidades donde llegaron más trabajadores de los que salieron. Junto con Canarias, Catalunya, Madrid y La Rioja, son las únicas autonomías en las que entraron más personas asalariadas de las que salieron en 2018. No se trata de algo nuevo ya que las Islas se han caracterizado por se una de las comunidades que más trabajadores atrae del resto de España, especialmente en verano.
De todos modos, en los últimos años muchos trabajadores de temporada han tenido problemas para desplazarse en los meses estivales debido al alza de los precios de la vivienda y a la imposibilidad de encontrar un alquiler a un precio asequible. Esta dificultad no solo ha afectado a trabajadores del sector turístico sino que también engloba a otros colectivos como personal sanitario y policías.
Andalucía
Respecto de la procedencia de los trabajadores que se trasladaron el pasado año a Baleares, la mayoría era de Andalucía, un total de 2.273. Les seguían los asalariados de Catalunya (1.457) y de Madrid (1.190). La mayoría era de nacionalidad española, tenía entre 26 y 55 años, y se desplazaron más hombres que mujeres.
En cuanto a los asalariados de Baleares que se marcharon a otra comunidad, el primer destino fue Catalunya, donde se mudaron 1.117 trabajadores isleños. Los residentes de las Islas que decidieron marcharse por motivos laborales también se incrementaron el pasado año en comparación con el ejercicio anterior, aunque se mantiene el ritmo de los años anteriores. La movilidad laboral descendió en los peores años de la crisis y empezó a recuperarse en 2012.