La multiculturalidad es una de las señales identificativas de Palma. Según los datos municipales de enero de 2018, en Ciutat conviven un total de 177 nacionalidades.
Sukhjinter Singh es una de las personas que contribuyen a esta diversidad cultural. Llegó desde la India a Palma hace ya 14 años. Pero además tiene una particularidad: es taxista, siendo el único indio de religión sij que se dedica a esto.
Singh, que lleva dos años siendo conductor, explica que quiso trabajar en el taxi porque «quise hacer algo que nadie había hecho, soy el único hindú sij taxista. Había un indio en Llucmajor que también era taxista, pero no era sij». Cuando consiguió su primer trabajo la sensación fue «maravillosa, estaba muy contento, el primer día de trabajo vinieron familiares de Inglaterra y por la ropa me identificaron. Es mi seña».
Sin embargo, los inicios de Sukhjinter Singh en el taxi no fueron sencillos: «Hice una entrevista con el dueño de un taxi, y ya habíamos hablado de las condiciones y todo, pero cuando me vio me dijo que o me afeitaba y me quitaba el turbante o no trabajaba». Los seguidores de la religión sij no deben cortarse el pelo ni la barba, por lo que la petición iba en contra de su religión. También es rechazado por algunos compañeros taxistas, pero no le importa «Yo me quedo como soy». Finalmente, tras dos años de búsqueda de trabajo, encontró a su actual empleador. «Como ya tenía experiencias anteriores, quise que me viera antes para que decidiera si me daba el trabajo o no. Pero me explicó que ya conocía la religión y que no hay problema», explica Singh.
Desde entonces, trabaja feliz y la mayor parte de los clientes se alegran de topar con el único indio sij que lleva un taxi, aunque algunos «no se han querido subir por mi aspecto». No es algo que le preocupe, ya que asegura que «yo me quedo en el taxi».