Los costes retributivos del gobierno del Consell de Mallorca se han duplicado desde que la izquierda gobierna la institución. Si los sueldos de los altos cargos –la presidenta, los consellers ejecutivos, los secretarios técnicos y los directores insulares– tenían un coste anual de 1,43 millones de euros en el ejercicio 2011-2015, en la actual legislatura asciende a 2,83 millones.
El incremento es consecuencia de una ligera subida de las retribuciones –por ejemplo: el sueldo de un director insular en la legislatura 2011-2015 era de 49.401 euros, mientras que actualmente es de 52.429– y, sobre todo, del aumento del número de altos cargos, que ha pasado de 29 a 52 en solo ocho años.
El grueso del incremento de altos cargos se registró durante el anterior mandato, en qué se pasó de 29 a 45. El organigrama gubernamental creció al crearse un nuevo departamento insular –el de Modernització i Funció Pública, que con Maria Salom estaba integrado en el de Hisenda–, al asignarse un secretario técnico a cada departamento –entre 2011 y 2015, había un secretario técnico por cada dos departamentos–, y al crearse nuevas direcciones insulares, como la de Comunicació, la de Promoció Sociocultural, la de ITV, la de Política Lingüística, la de Joventut o la de Turisme. Sin embargo, hay que matizar que las direcciones insulares de Turisme y de Joventut se crearon después de que la Comunitat Autònoma traspasara al Consell las competencias en estas materias.
En la presidencia de Catalina Cladera también se ha creado un nuevo departamento –el de Territori i Urbanisme, dos competencias que anteriormente se gestionaban desde Infraestructures– y varias nuevas direcciones insulares: la de Promoció Econòmica i Producte Local, la de Coordinació, la de Serveis Generals y la de Mobilitat, además de la Direcció Insular de Suport Territorial del IMAS. Las competencias en movilidad siguen en manos del Govern, pero está previsto que próximamente se transfieran al Consell.
Se debe recordar que la legislatura 2011-2015, que coincidió con el momento más crítico de la crisis económica, se caracterizó por los ajustes y recortes en el gasto institucional.
Habiéndose encontrado un Consell que además tenía una deuda muy elevada, la presidenta Maria Salom defendía que había que «parar las máquinas» y reducir el gasto.
Por su parte, los presidentes Miquel Ensenyat y Catalina Cladera han justificado el crecimiento del organigrama del gobierno en la necesidad de «volver a poner en marcha» el Consell y de tener un gobierno «fuerte». Desde 2015, el presupuesto de la institución ha crecido casi un 50 %.
Personal eventual
El coste del personal eventual o asesores también ha crecido en relación a la legislatura 2011-2015. El número de cargos contratados como personal eventual (nombrados por el gobierno pero también por los grupos políticos, incluida la oposición) ha pasado de 30 a 31, pero el coste de sus retribuciones ha aumentado un 17,6 por ciento (de 886.376 a 1.042.901 euros anuales) entre 2015 y 2019. Respecto a los cargos electos con retribución, se ha pasado de 17 a 21, pero el coste de sus sueldos en conjunto ha aumentado un 42,6 por ciento (de 690.746 a 984.960 euros anuales). Se debe señalar que en la actualidad hay seis portavoces de grupo más que entre 2011 y 2015, cuando solo el PP, el PSIB y PSM-IniciativaVerds obtuvieron representación. En cambio, hay menos consellers electos con dedicación exclusiva o parcial.