Llega el frío propio del invierno, proliferan los virus y se saturan los servicios de Urgencias de los hospitales. Aunque el ciclo funcione igual cada año los pacientes siguen padeciendo una falta de planificación. Este jueves fue el turno del Hospital Son Llàtzer, que durante la mañana fue acumulando enfermos en las dos salas de cuidados medios de Urgencias con capacidad de 12 camas cada una, pero al no ir subiéndolos a planta llegó a haber 47 personas pendientes de ingreso. A primera hora de este viernes, todavía quedaban 33 pendiente de ingreso.
Si bien hace dos semanas el área se reforzó con una sala más, tampoco se evitó el colapso. Fuentes consultadas aseguran que, por un problema burocrático, durante la mañana la gerencia se niega a ingresar a los enfermos a medida que hay camas disponibles, lo que genera una concentración de pacientes en el servicio y además, advierten, que podría prolongarse al día siguiente.
Por su parte, desde la dirección de Son Llàtzer negaron la saturación y aseguraron que en el momento denunciado sólo había 15 pacientes sin cama, mientras tildaron la situación de «habitual» en esta época.
Lo que sí corroboraron es que el hospital dispone de la planta 1D con 34 camas inactivas y permanece cerrada hasta que los picos de demanda del invierno hagan necesaria su apertura. De hecho, cada hospital organiza un plan de refuerzo para encarar la temporada de la gripe pero todavía no se han dado a conocer.
La temporada de vacunación de la gripe se inició el pasado 5 de noviembre, algo más tarde que en otras comunidades porque en Baleares habitualmente se espera una llegada del frío más tardía. Sin embargo, este año ya ha habido bajas temperaturas que propician enfermedades que suelen saturar los servicios de urgencias.
La saturación de este jueves en Son Llàtzer es un capítulo más de una historia que, aunque conocida, se repite cada año por una criticada falta de previsión de la administración.