El objetivo final: 125.000 kilos. Se trata de la gran recogida de alimentos de 2019 que tendrá lugar los próximos días 22 y 23 de noviembre pero que sin embargo, este año, se ha encontrado con un primer obstáculo para cruzar la meta, faltan cien personas para cubrir las entradas de las 24 grandes superficies y supermercados de Mallorca.
Durante estos dos días unas quinientas personas realizan turnos de tres horas a las puertas del centro comercial. «Su tarea es resolver dudas, animar a los clientes, explicar el proyecto o decir qué es lo más necesario», explica Xisco Cañellas Roca, del Banco de Alimentos. «Su papel es fundamental porque la diferencia entre si hay o no una persona es pasar de recoger 30 kilos a 300», añade.
Los alimentos y productos recogidos en esta campaña se repartirán durante los meses de diciembre, enero y febrero entre las familias que más lo necesiten a través de parroquias, ONG o asociaciones.
Para sumarse como voluntario a la mayor acción solidaria de Mallorca hay que llamar al teléfono 608816530 o inscribirse en el formulario de la web del banco de alimentos de Mallorca.
La gran recogida lleva siete años celebrándose en la isla. Detrás de esta actuación solo hay voluntarios particulares.
La iniciativa surgió en Norteamérica en los años cincuenta. «Al principio era para que las grandes superficies no tiraran comida que otras personas podían aprovechar, lo que llamamos merma».
La idea llegó a Europa y a España. «Recuperamos estos alimentos, también distribuimos fondos de la Unión Europea, malos etiquetajes, donaciones de particulares...» Todo en función del demandante. Pero ¿cuál es el perfil? «Si antes era gente marginal o indigentes ahora son trabajadores que no llegan a final de mes o jubilados cuya pensión no basta».
Banco de Alimentos de Mallorca llega a unas 20 mil personas. «No hablamos de hambre sino de inseguridad alimentaria de gente que, a partir de día 15 de cada mes, no sabe si pagar la luz, la gasolina o comer».